Paresia que en el mundo no existía ya nadie. Solo yo y la tormenta
De tierra y agua que no me dejaba avanzar.
Obtuve reparo en un viejo alero de un negocio de electrodomésticos usados
Que mantenía todavía las luces encendidas a pesar de la hora. Por fin respire hondo sacándome de la cara el agua que me estaba molestando y sacudí mi campera recién comprada y arruinada por la lluvia. Saco los cigarros de mi bolsillo, me quedaba uno y por suerte no se mojó. Ahora si, que es lo que esta pasando a mi alrededor y donde esta Graciela, pienso casi sin creer yo mismo lo absurdo del tema. y enciendo el pucho con mi encendedor de bencina, mi preferido el que ella me había regalado para mi cumpleaños, miro asía atrás, en un televisor en vidriera proyectan el video clip de nemo, uno de mis temas preferidos y que a ella también le gustaba. Recuerdo las noches que nos quedábamos escuchando música sin importar lo que pasara en el mundo, otro suspiró de amor me despierta del transe. Siento un ruido detrás mío y me doy vuelta rápidamente, exaltado por algo que golpeo mi hombro con fuerza. Un extraño anciano con ropas mas extrañas aun me habla de una forma mas extraña que lo demás y extiende su mano. Abrí los ojos enormes y me quede duro sin comprender que era lo que intentaba. Para mi sorpresa me saco el cigarro de la boca y lo arrojo al suelo con fuerza.
-No fumes mas-me dijo mirándome serio a los ojos
-y vos quien sos para meterte en mi vida loco-y metí mi mano en el bolsillo y saque otro cigarro, en el paquete había uno solo, es extraño pensé y seguí la conversación.
-yo no soy nadie y vos tampoco-me respondió el anciano y volvió a quitarme el cigarrillo de la boca y a arrojarlo al suelo.
En ese momento me enfurecí, insulte al anciano y le pregunte que quería
-¿quiero un cigarrillo tenes?-me pregunto el viejo provocándome. Serré los ojos con fuerza y lo perdone, me daba lastima, valla uno a saber de que loquero se escapo.
Metí la mano otra vez en mi bolsillo y sáco de nuevo el paquete con un cigarro. Se lo di sin pensar.
-gracias pero ya no fumo-izo un bollo con el paquete y lo arrojo al cesto de basura que estaba al lado mío.
-tu novia esta en problemas muy serios muchachito-me dice al oído y se alejó en medio de la lluvia sin darme tiempo a preguntarle nada más.
Lo empecé a seguir pero para mi sorpresa el viejo se movía bastante rápido y entre la lluvia y los truenos no se escuchaba mi vos o tal ves el no quería detenerse, inevitable mente lo perdí de vista. me detuve en otro alero de luces encendidas. Era el mismo negocio en el que una cuadra atrás había encontrado al viejo. Pero esta vez el televisor estaba apagado. Pensé que mi cordura ya corría peligro o que tal vez esto fuese un sueño de esos en que uno cree estar despierto.