Castigo insuficiente.
A Zeus le pareció que haber enviado a Pandora para castigar a los hombres era insuficiente considerando el osado crimen que habían cometido. ¿Cómo se atrevieron a hacer uso del fuego divino? Todas las calamidades contenidas en la Caja le parecieron poca cosa.
Reunió a las principales deidades en el Olimpo con el fin de que, entre todos, pudieran pensar en algo verdaderamente nefasto. Salvo algunos pocos que se negaron a asistir a la reunión, todos aportaron algo. Así, Afrodita dijo que les entregaría la facultad de amar, pero también les sembraría el celo y la locura pasional en sus corazones.
Ares, por su parte, aseguró que los instaría a la guerra cada vez que tuviera la oportunidad. La idea tuvo aceptación. Tanto es así, que fue Hefesto quien se comprometió a instruirlos en el arte de construir armas, y Apolo propuso crear el concepto de nación y patriotismo con el objetivo de que tuvieran motivos para usarlas. Hades, a su turno aseguró que daría a todos los hombres la sensación del control, del control de sus vidas, les incorporó la sensación de voluntad y libre decisión.
De esta manera, los dioses aportaron distintas ideas, todas nefastas, pero fue Palas Atenea –diosa de la sabiduría– la que habló al final: “Padre –dijo a Zeus–, todo lo que han dicho mis hermanos está muy bien, todos son ejemplares castigos. Sin embargo, todos afectan al hombre en convivencia con los demás. Yo haré algo que los perturbará en soledad, les sembraré la duda en sus mentes, les entregaré la contemplación. Los condenaré a que posean el conocimiento de su propia finitud, sólo esa certeza les daré. Tendrán la necesidad de saber, de saber para qué existen y por qué son tan pequeños en tan vasto universo. Con esto, ni siquiera estando solos podrán tener paz. Padre, yo los haré inteligentes.”
”Procedan, hijos míos”, ordenó el rey de dioses y hombres.
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