Texto inconcluso de Kenshiro:
Una vez más caigo en la necesidad de transcribir –aunque inconcluso- un texto ajeno, en este caso, de Kenshiro. Lo cierto es que no es un buen escritor, pero es uno de culto (culto éste, al que, lamentablemente, no tengo más remedio que pertenecer). Murió, este japonés, hace algunos años atrás de una forma muy misteriosa –al igual que el Árabe Loco o el Conde de Lautréamont–. Sin embargo, hay quienes aseguran que aun está vivo en algún desierto. Su verdadero nombre –puesto que el mencionado es un seudónimo– se desconoce (lo desconozco), y la verdad es que no es tan importante.
Sus textos, por no ser la gran cosa, no son fáciles de conseguir, pero se pueden encontrar si se buscan bien.
Sepan disculpar los lectores la falta de ideas, pero hay que llenar páginas a como de lugar, ¿no? Además, sumado a la falta de imaginación, está este asunto de mi técnica literaria, que como ya habrán notado, no es muy fluida.
El texto no tiene nombre y no atrevería a ensayar uno. Tampoco estoy seguro de quién es el traductor, son varios los nombres posibles, pero puedo asegurar que todos son, o fueron –ya que muchos se suicidaron al saber de la muerte de escritor–, admiradores devotos. Podríamos deducir entonces que las traducciones de los textos de Kenshiro son lo más fieles que fue posible hacerlas.
“El hecho ocurrirá, no se sabe cuándo exactamente, pero ocurrirá. Se juntarán tres anónimos pensadores, los tres, devotos bibliotecarios, bibliófilos, mejor dicho. Ulteriormente, pasados tres largos y trabajosos años de investigación y de creación, estos hombres darán vida a un libro misterioso. El libro estará fabricado con partes de otros libros y rubricado por los tres sabios.
”Estos hombres, sin saberlo, pero intuyéndolo, habrán dedicado su vida entera a la constitución de este extraño volumen, que, una vez terminado será un arma de defensa contra los Siete Antiguos y contra el Dios enorme. Se dice que todos los hechizos y maleficios que los Antiguos lancen a los hombres, quedarán sin efecto cuando el libro sea abierto, las calamidades se inclinarán ante la magnánima sabiduría de sus páginas. La idiotez, plaga de Azathot, caerá, imposibilitada de obrar, ante la comprensión de los tres sabios.
”Muchos sostienen que estos tres hombres no serán otra cosa que los Mayores reencarnados en seres humanos, pero esto último no parece verosímil… quién sabe.
”Este libro estará resguardado contra la maldad, esto es: que no podrá ser leído por hombres malos; más no estará protegido contra la ignorancia y la interpretación errónea. Por tal motivo, será abierto por un solo hombre, el más sabio de todos, el que habrá leído todos los libros del mundo. Pensé, por algún tiempo y por sobradas razones, que esta profecía apuntaba a Jorge Luis Borges, pero me equivoqué, el hombre está ciego y se encuentra próximo al fin. Sólo los ojos del elegido podrán ver el libro. Los tres bibliófilos encargados de la fabricación del libro, jamás verán su obra terminada, ya que cada uno realizará uno de los tres capítulos en los que se dividirá la obra, y luego, un artesano ciego, se encargará de darle forma, de ensamblarlo.
”Sin sorpresa alguna, compruebo que los libros que formarán parte de este volumen son nueve, los dos últimos se desconocen. Con los tres primeros, y a cargo de uno de los bibliófilos, se construirá el primer capítulo de la obra misteriosa. Estos tres libros serán: La Biblia, El Sueño del Aposento Rojo, y el Necronomicón. A su turno, el segundo capítulo de la obra se hará con las bases de: Las Mil y Una Noches, La Teogonía y el Demonolatreia. Con respecto al último capítulo, los dos últimos ya mencioné que se desconocen, y con respecto al séptimo libro: hay quienes sostienen que será el Saducismus Triumphantus, de Glanvil; están los que aseguran que se tratará del Libro del Poder, de Abdul Kadir, y por último, un grupo muy reducido cree que simplemente será un relato de H.P. Lovecraft llamado La sombra más allá del tiempo.
”Cierta vez, el Árabe Loco dijo: ‘…maldita sea el alma que no habita ningún cerebro’. Pues si el libro no fuera terminado, ocurrirá justamente eso, las almas vagarán por el mundo, por el éter, sin poder probar ya nunca el deleite del intelecto.”
El texto, como el título inicial aclara, está incompleto, pero se puede adquirir una idea más o menos clara de lo que significa.
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