LA MIRADA DE CUATRO GENIOS A UN MISMO CUERPO DESNUDO


Sonó el teléfono interno en el despacho del dueño de la firma.

-Señor, ha llegado su próxima visita. Es un hombre de mediana edad y dice tener en su poder cuatro obras de arte realizadas por Leonardo Da Vinci, Goya, Van Gogh y Dalí. Ha traído fotos, dice tener las pinturas en lugar seguro. Pregunta si nos puede interesar el lote.
-Bien, bien, eso está bien ¿De quién se trata? ¿Trae alguna documentación que acredite que los cuadros son suyos? ¿Le ha enseñado dichas fotos? ¿A qué pinturas nos estamos refiriendo?
-Señor, es la primera vez que nos honra con su visita. Dice no traer ninguna documentación, que no le hacen falta acreditaciones, que tiene pruebas contundentes de que dichas obras son suyas.
-¿Qué ve en ellas? ¿Parecen autenticas?
-Si no son autenticas, están muy bien realizadas, lo curioso del caso es que en todas ellas posa el mismo hombre, desnudo y en la misma posición, él.
-Pero ¿Usted se está escuchando? No esta diciendo más que tonterías. ¿No ve que eso es imposible? ¿Me quiere explicar cómo una persona puede hacer de modelo de cuatro genios de la pintura que vivieron en diferentes épocas? No se qué valor tiene su tiempo para usted, pero para mí, el mío es oro ¡Parece mentira!

A LOS POCOS MINUTOS:
-Señor, siento decirle que la persona a la que me refería le ha escuchado e insiste en verle.
-Mire, dígale que estoy muy ocupado, que lo que nos ofrece no nos interesa ¿De acuerdo?
-Señor, pero es que…
-Ni señor ni pamplinas, déjeme en paz de una vez ¿Era la última visita, verdad?
-Sí, señor.
-Pues ya pueden irse los dos por donde han venido y recuérdeme que mañana hablemos sobre este asunto. No, no me lo recuerde, seguro me acordaré yo.

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AL DIA SIGUIENTE EN LA CASA DE SUBASTAS DE STHEPEN TIFFANY E HIJO:


-Mire, le recibo porque la experiencia me hace no cerrarme ninguna puerta, pero lo que usted me está diciendo es científicamente imposible.
-Sí, entiendo su posición, pero ¿No cree que la información es una de las cosas más importantes que tenemos?
-No sé a que viene esa pregunta…Mire, tengo mucho dinero, y estoy trabajando porque lo que hago me gusta, mi hijo hace tiempo que me quiere jubilar ¿Sabe? pero lo que yo detesto realmente es perder el tiempo.
-Le aseguro que si me escucha no lo perderá.
-Adelante pues, explíquese.
-Soy inventor. He inventado algo que revolucionaría nuestra época actual. Sería el invento del siglo, pero tal como está el mundo, maldita falta que le hace mi invento.
-¿Qué es lo que ha inventado?-Preguntó el señor Sthepen.
-La máquina del tiempo, y es por eso que…
-Oiga, que ya soy mayorcito para que un hombre como usted me tome el pelo.
-Déjeme hacerle una pregunta, señor Sthepen ¿Qué haría usted si tuviese en su poder una máquina que le permitiese ir al pasado? Piénseselo por un momento ¿Qué haría con la máquina si no quisiese venderla? Recuerde la pregunte que le he hecho antes ¿No cree que la información es de lo más importante que tenemos? Bien, yo he jugado a caballo ganador. Me trasladé al año 1470. Conocí a Leonardo Da Vinci, sí, al gran Leonardo cuando contaba con 18 años. Me costó convencerle, pero finalmente lo logré. Me dibujó desnudo. Es un cuadro autentico, se lo puedo asegurar. De la pintura no se sabe nada porque compré el silencio. No me mire así. No era bueno que se hablase de ella puesto que yo aún no había nacido.
Lo mismo hice con Goya, con Van Gogh, con Salvador Dalí.
-¿Me está diciendo que realmente los cuadros son auténticos? Si es así, esos cuadros pueden valer una verdadera fortuna. Por cierto ¿Qué prueba tiene que acrediten que son suyos?
-¿Se refiere a además de que soy el modelo que sale en las pinturas? Tengo en mi poder la foto de cada artista en el momento de firmar su obra.
-Quiero ver esas pinturas y esas fotos. Por cierto ¿Qué clase de persona era Leonardo? ¿No le sorprendió lo de la cámara fotográfica?
-Era un ser muy inteligente. Descubrió finalmente que venía de otra época más adelantada y me tuve que quedar con él algún tiempo para explicarle lo que sucedería en el futuro y la importancia que tendrían sus obras e inventos.
-Ya, entiendo, me muero por ver esas pinturas.
-Celebro que me crea. Vamos a hacer un muy buen negocio subastándolas.
-Sí, pueden pagar una increíble fortuna por ellas. Lo que no se es cómo solucionar el que usted salga en todas ellas en diferentes épocas, aunque bien pensado eso hará que los cuadros adquieran mayor valor por lo misterioso del asunto. Querrán desvelar el enigma, le buscarán, querrán saber sobre usted.
-Piense una cosa señor Sthepen, cuando me den mi parte desapareceré para siempre, con mi máquina me es posible, pronto se cansarán de buscarme, pienso irme a un pasado en el que el presente no me encuentre.
-Veo que lo tiene todo muy bien pensado, va a conseguir tener mucho dinero.
-No olvide que también he colaborado con el arte.
-Sí, y además ha inmortalizado su cuerpo. Veamos esos cuadros.
-Por supuesto señor Sthepen.


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TRES MESES DESPUÉS, EN LA CASA DE SUBASTAS MAYOR NAME.


Abrió el periódico. Le hirió leer la noticia. La casa de subasta de Sthepen e hijo había subastado el lote de las cuatro obras de arte. Por ellas habían pagado el precio más alto hasta la fecha por un lote de aquellas características.
El propietario de la casa de subastas Mayor Name dejó el periódico sobre la mesa, abrió el cajón derecho de su escritorio, sacó una pistola y cuando el arma apuntaba hacia una de sus indefensas sienes, sonó el teléfono interno en su despacho.

-Señor.- Dijo la nueva secretaria. Tiene una visita sorpresa. Tengo aquí al caballero que hace tres meses le dijo que poseía cuatro obras de…
-Hágale pasar por favor.
-Sí, señor.

Una vez en el despacho:

-QUÉ viene ¿A reírse de mí?
-He venido a evitar una muerte innecesaria.
-Creía que me venía a ofrecer a la mujer del David de Miguel Ángel.- Dijo en tono irónico.
-¿Lo dice en serio? Preguntó el viajero del tiempo.
-Que más da...
-Es que si quiere, se lo puedo decir a Miguel Ángel y...
-No sé ni dónde ni cómo consiguió los cuatro cuadros, pero después de lo acontecido con ellos, creo que sería capaz.
-Claro que sería capaz, no lo dude...

El hombre que acababa de entrar en el despacho desapareció como por arte de magia. El propietario de la Mayor Name miró la pistola, se lo pensó mejor y la guardó en el cajón. Al fin y al cabo quizá algún día se le podía presentar otra muy buena oportunidad de negocio.

Diez minutos después:

La cara de la secretaria era todo un poema.
-No te preocupes.- Le dijo el viajero del tiempo.- Luego te lo explico. Por cierto ¿Cómo te llamas?
-Me llamo Davinia.- Dijo con un hilo de voz. Bonito nombre pensó él
-¿Tienes Novio? ¿Estás casada?
-No, señor.-Contestó Davinia.
-Me presento, mi nombre es Carlos ¿Te gustaría hacer un viaje?
-¿Un viaje?
-Sí, Davinia, conmigo. Te prometo que te olvidarías de todo esto. Te lo piensas ¿De acuerdo? Y ahora anúnciame, que le tengo una buena noticia a tu jefe.
-Señor.-Dijo la secretaria por el teléfono interno. Aquí tengo un hombre idéntico al que está con usted en su despacho, solicita su permiso para reunirse con ustedes.

Carlos podría haber entrado en el despacho directamente, pero la secretaria le había gustado mucho.

-Hágale pasar inmediatamente.

En el despacho:

-Creí que tardaría mucho en verle, o que no le vería jamás.
-Ya, pero jugar con el tiempo a favor tiene alguna ventaja. Le traigo una buena noticia.
-Dígame de qué se trata, estoy ansioso…
-Tranquilo, hombre, que le he dicho que la noticia es buena.
-No me haga esperar más…
-Oiga, no se impaciente, que para usted sólo han pasado diez minutos, pero para mí han pasado bastantes años.- Rió divertido al pensar en lo chistoso del tema.-verá ¿Se acuerda de David?
-¿El de Miquel Ángel?
-El mismo, pues le puedo ofrecer a su mujer.- Dijo Carlos.
-Eso si que es una buena noticia, es perfecto.- Dijo el jefe de Davinia mientras se le empezaban a humedecer los ojos.- Y ¿Cómo se llama? -Carlos estuvo a punto de decir que no tenía nombre, pero se acordó de la secretaria y dijo divertido:
-Se llama Davinia:
-¿Davinia? Que casualidad.
-Sí, verdad. Pero tengo un pequeño problema, no me gusta viajar sólo ¿Daría usted su aprobación si ella me quisiese acompañar?
-¿Mi secretaria? Por supuesto, así podría contratar de nuevo a mi antiguo secretario. Al fin y a la postre, era un muy buen empleado, pero, recuerde, sólo si ella se quiere ir con usted.
-Trato hecho.- Dijo Carlos a la vez que le empezó a mostrar las fotos de la escultura de la mujer del David de Miguel Ángel.

A LOS TRES MESES.

La escultura de Davinia se había subastado por una altísima suma de dinero, no tanto como el lote de los cuatro cuadros, pero....

-Señor.- Dijo el empleado de la casa de subastas Mayor Name. Han llegado el señor Carlos y Davinia.
-Hágales pasar.

En el despacho:

-Bueno, hemos venido para despedirnos.- Dijo Carlos levantando la mano para estrechársela al antiguo jefe de Davinia. Todo ha salido bien y llegó la hora del adiós.
-Sí, le estoy muy agradecido al igual que lo debe de estar la escultura de David, tantos años sólo y ahora…Se giró para besar a Davinia. Les deseo toda la suerte del mundo.
-Lo mismo le deseo, señor.- Contestó Davinia.
- Y ¿Qué vas a hacer ahora sin un empleo fijo? –Preguntó a su ex-secretaria
-¿Sabe? –Empezó a decir ella.- En el mundo hay muchas personas desaparecidas, de las que no se sabe su paradero, muchas de ellas están con nosotros. Perseguimos a los soldados que entierran minas anti persona y las desenterramos para que en el futuro no haya víctimas.
-Pues aún así muchas minas quitan la vida o se la modifican a muchas personas.
-Sí.- Dijo Carlos.- Una mina que explota hace mucho ruido, mucho daño, pero millones de ellas desactivadas por nosotros, no hacen daño, no son noticia.


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Hay tres cosas que nunca volverán atrás: La palabra pronunciada, la flecha lanzada y la oportunidad perdida.

Proverbio chino.

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¿Cuántas mujeres han pasado por la vida sin saber que podían haber sido grandes genios de la pintura en diferentes épocas?

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Quiero dar las gracias por el pulido del texto a:
CLARALUZ