Tú aroma Nicaragua... a gallopinto al despertar en una casita de tablas en tus montañas…
A una mañana lluviosa del mes de octubre,
A tierra mojada y café caliente.
A las cosechas que nacen de tu vientre,
Al ron de tu tierra de cañaverales y Al maíz sembrado que se hace tortilla, y caliente en el fogón de la esquina a las 5 de la tarde se vende a tu pueblo.
Al árbol de almendras,
Que al soplar el viento en tus playas, se lleva su aroma…
Aroma tan Nica, con brisa de lagos y toque de volcanes,
Con sabor a guayaba, a mango con sal y a jocote verde de semana santa.
Aroma a madera que nos dan tus bosques,
Con la que artesanos construyen las marimbas que tocan tus sones, que baila tu gente.
Y aroma a dolor después de una guerra,
A sangre derramada que llevan tus venas,
A lagrimas de un luto que dejaron balas de tus combatientes...
Y olor a libertad tras una victoria.
Tu Aroma a pólvora, a carga cerrada que anuncia a Diciembre,
Y los cuetes de luces alumbran tu cielo,
Y en las esquinas de tus calles, las manzanas y las uvas se venden,
Y el olor a elote asado,
A algodón de azúcar,
El sonido de las campanas de la catedral llamado a la gente.
Aroma a sácate recién cortado,
A sacuanjoche, flor de tus rincones, perfume nativo fragancia de tus campos.
Y tú aroma puro Nicaragua,
Dulce y transparente,
Un olor a cielo te dejo la Virgen,
Doncella de cuapa,
Al aparecerte y pisar tu suelo…
Aroma tan tuyo, lo llevo conmigo... Nicaragua mía.
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