"Oír tu voz y mantenerme cerca de tu pecho escuchando los latidos de tu corazón.
La luna escribió en su vientre nuestra historia, y el cielo alumbro su rostro sólo para nosotros.
En medio de la ciudad y su ruido, sus palabras fueron el silencio absoluto cautivando mi alma.
No temo a lo que pueda pasar, el grito de nuestro clamor al cielo fue por cuidado, y ahora necesito mantener el pacto ofrendado.
Mi cabello celoso de mis manos abrazaba su cabeza, sus hombros. Fueron mis manos quienes besaron hasta su respiración.
Flores salían de sus movimientos, cada paso que daba marcaba mi huella. Y nos mantuvimos aferrados, para no tener que regresar a la realidad.
Viaje al espacio…
Fui lejos, muy lejos, pude tocar la luna y mecerla en mis brazos, pude danzar con las estrellas, mientras él cantaba.
Dios acarició nuestras cabezas, mientras besaba nuestra alma…
Pude ver su rostro a mi lado mientras en el cielo una estrella salía de paseo…
El mar entonó su concierto, fuimos capaces de olvidar…
Las huellas de la arena se besaban mientras caminábamos al punto de fusionarse, ya no lejanos…
Dibujé su cuerpo en la arena, le pinté amando con mucha fuerza.
Él sólo sabe sonreír, me basta para ser feliz.
Tomó mi mano. Y caminando entre nubes de chocolates, fui niña consentida. Sobretodo amada.
Espero verte nuevamente, y mantenerme cerca de tu corazón.
No despegarme jamás…"
AntoniA
|