Por pura necesidad, pura necedad,
me contaste un cuento chino.
Graduación de general,
de tu tropa a comandar,
siguiendo tus directrices, como las lombrices,
me plante en tú batalla.
Condecorado y ensalzado,
muy bonito..., para ser verdad.
Y un buen día firmaste el armisticio,
firmaste a traición..., la Paz.
Firmaste sin publicar a la tropa..., nuestra rendición.
Por pura intuición imagine, tú cobardía,
las estrellas me contaron,
que no querías mi Sol,
dos mensajeros te mande,
dos veces me “negaste”,
y no recibí tú cara,
tus adictos carroñeros,
lo sabían, mientras yo no.
“El engaño sigue siendo engaño,
si me ocultas la verdad,
verdad a medias sigue siendo engaño,
hasta que la otra mitad ponga el engaño, en la mesa del juicio final,
y la cara que no me diste,
coloraita te quedara”.
¡te espero!.
©chemita65. 4/2.007.
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