Que sentido tiene andar sin arrebatos por la vida.
Volverse circunspecto, solemne, serio.
como marca el cronograma, y las buenas costumbres
darle la espalda a la alegría.

Que sentido tiene creerse la mentira
esa que marca un calendario, una partida
el amarillento papel de un documento.

Si vos y yo sabemos, compañero, amante, amigo
que la juventud no termina con los treinta.
Que es mucho más que un desatino
pensarse viejo, cuando se está tan vivo!

Rita M. Paruolo