Empuñando como armas unas tizas, un libro,
las fórmulas consabidas de la física.
Un corazón desplegado en las pancartas
y un reclamo plagado de justicia.
La fiesta de egresados te seguirá esperando
para entregar desde el cariño los diplomas.
Más presente que nunca, más maestro
recordarán con dolor tu lección póstuma.
Tu mansedumbre se topó de frente con las bestias
que de espaldas fusilaron los cobardes.
Tu humildad al costado del camino
regó la tierra de honor profundo con tu sangre.
Maestro, profesor, docente, compañero
Un pueblo entero recordará tu nombre
¡Ojalá no se le olvide a nadie quien ha sido
de tu honradez de laburante el asesino!
Rita Mabel Paruolo
Texto agregado el 30-04-2007, y leído por 103
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Lectores Opinan
02-05-2007
Un canto poetico a la entrega heroica y eterna. 5* saludos, hippie80
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