Miedo al sentir,el frìo de la luna,
que de blanca y serena,se parece a un fantasma.
Miedo a morir,sin amar como todos.
Sin vastedad de pieles,sin caricias sin nada..
Miedo a la noche,con célibes estrellas,
miedo a la tarde,sin mis grillos cantores.
Miedo a otros miedos,que me impone la vida,
al frio del invierno,al proceloso río.
Miedo a las manos,que dejaron su tacto,
en la piel de los años,prodigio de recuerdos,
aventurera amante,llenando mis rincones
de dulces sensaciones.
Miedo a prohibirme yo misma la aventura
de un amor exquisito,por fiel y por señora.
Miedo al engaño del latigo perverso,
que me dejan los celos,castigando mi pecho.
Miedo a quemarme en pavoroso incendio,
con aroma de rosas,llamaradas de fuego.
Miedo a guardar por siempre el sortilegio
de esos brazos candentes,que me hicieron quererte.
Rosa tenue. |