Cielo

Perdona a mi alma por amarte tanto,
Te pido por Dios que la dejes huir.
Solo es este envoltorio el culpable
De que seas la destinataria de cada suspiro mío.
Sé que amarnos no está permitido,
Fuiste reservada mucho antes de que te descubra.
¿Viviré sumido en una realidad oscura,
o serás por fin motivo de júbilo?
Anhelos, fantasías, puros e inocentes deseos,
¡Que ignorante puede ser el corazón cuando se lo propone!
Cuando hay una razón suficiente para justificar tamaña locura.

¿Que no sería justo por besar tus labios?,
Haría valer cualquier cosa para justificar tu dulzura.
Te pido perdón por lo duro de roer
Que son mis sentimientos, no los controlo.
Sé que no es lo mejor, pero así ha de ser.
Te amo, es mi condena, mi única tortura,
Tormentoso y milagroso sentimiento,
Motor que acciona el día a día,
Una verdadera razón para vivir.