cromatica
Transformaciones
¿Dónde, sino en el seno
de tus hojas que caen
en el corazón,
se encuentra aquella fuente
donde el alma se nutre?
Puede que hayas llegado
De las manos de aquellos
O del escaparate,
Que nada en apariencia me hayas dicho,
Que todo,
Vastamente,
Susurraras al aire de mi alma.
Hasta aquel, el que esconde
La justa proporción y las medidas
Para el pie de naranja,
Cuenta su cuento eterno.
Porque en ti,
La intención de hablar tan quedo,
Que sólo el pensamiento ha de escucharlo,
Fue puesta con esmero,
Con paciencia,
Con la idea de dar, de abrir... de hacernos libres.
Cada una de todas las palabras,
Tiene en sí la simiente de la duda,
Del pensamiento,
De la sigilosa entrada al portal
Que lleva de la mente al corazón
Con laberintos o pasadizos,
Y aún, con alas.
Nunca pasas en vano por las manos,
Si logro ver allá,
Donde me abres el ojo sólo mío.
Y, aún en el mutismo aparente
De quien en ti se mire, cual espejo,
Gritas que el genio vive,
Que está en todo,
Tanto como en el alma de quien,
Tras sostenerte,
Puede llevarte al fondo de las cosas,
Transformándolas
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