Suspiraba en plena consciencia.
¿Qué podía acaecer sobre mi?.Solo un mal,temeroso de verse.
Huérfana persona,nueva alma diabólica.
Estoy crucificado frente a decenas de miles.Miro de cerca sus hisotiras,plasmo sus millones de neuronas en mi cortex prefrontal;se suman en un festín de risas,rozaduras,gritos y sobre todo,muchos golpes.
Un contagio mundano se subleba;son las masas enfurecidas por las malas interpretaciones.
Mis actos caen y se transforman en emanaciones de cólera.El bello musgo que se derrite en tus pies,es el último recuerdo que pierdes mientras que las fuerzas aún sigan haciéndo que te muevas,aunque los escupitajos de cientos formen una fina capa que escuece y te impide ver tu mundo.
¿Dime eres tu el hijo de X?,¿procedes de él?.Sombrío y delirante comienzo a hablar,mi voz nula parece un resplandor sobre ellos.Ya no oigo sus murmullos y tampoco sus gritos.Solo me escucho decir lo que siempre dije,no es nada nuevo.
Resisto los últimos golpes,son dos dátiles,que al caer sobre mis espaldas producen un desmembramiento tal que miro solo arriva,aunque me cueste levantar la cabeza,junto con el cálido sol que me arrasa,yo podre hacerlo,por que nadie espera que lo haga,y yo simplemente espero que me vean,solo que miren detrás suyo,que encuentren su propio misterior y descansen en paz.