La cumbre de nuestro amor había llegado a su fin, todo lo que quedaba en esa habitación era la oscuridad y el eco de lo que había sucedido mientras unos susurros se escuchaban en el fondo. Palabras de amor, deseo y pasión inundaban la habitación hasta que al final la fuerza del silencio aplaco todo signo pasional, y en un profundo sueño se fueron a refugiar. La noche dejaba mostrar a sus hijas brillando en lo alto del cielo a través de la ventana de la habitación... su hermana mayor brillaba en lo alto del oscuro mar. Sumida en un sueño profundo estaba echada en la cama mientras yo contemplaba aquella presentación muy feliz de lo que había pasado, nuestro amor se había consumido y con la presentación que contemplaba sentía que crecía mucho mas a cada instante, no quería perderme un minuto de ella. Mi felicidad era tan grande e inexplicable para mí aún ahora.
- Te amo...
Susurraba a cada momento mientras observaba como dormía plácidamente en nuestro lecho de rosas, no podía dormir; quería observar cada momento suyo, cada respiro, cada movimiento de su hermoso cabello, su sonrisa que demostraba la felicidad que sentía en lo profundo de sí, aún cuando dormía, era tan hermoso.
- Aquellos momentos del pasado... nunca volverán...
Regreso del sueño que he tenido despierto y me enfrento a la realidad. Frente a mí un grupo de hombres armados apuntándome directamente, mientras que yo parado con la cabeza en alto. Estoy en una tierra extraña a la cual nos trajeron con muchas promesas, olvidado por mis jefes a mi suerte fui capturado junto con mis compañeros por el enemigo, el cual sin piedad nos trato como lo que éramos para ellos... sus enemigos a muerte. Finalmente después de muchas torturas, de mucho sufrimiento y noches sin dormir pensando en lo que sería de mi destino tomaron una decisión, habríamos de morir.
La noche anterior nos dieron de comer abundantemente ya que al amanecer sería nuestra ejecución. Toda la noche permanecí despierto ya que a través de una pequeña ventana de mi celda podía ver el cielo despejado, era una noche de luna llena y las estrellas la rodeaban, como aquella noche. Al ir apareciendo el sol por el horizonte sabía que mi hora había llegado, mis captores venían por mi para darme el final. Fuimos llevados al patio y puestos en fila mientras que uno por uno iba siendo ejecutado, el mar en el fondo se veía tan inmenso e imponente, el mismo mar que me llevaría de regreso a mi hogar y cumpliría una promesa que habría de romper ahora. Había pedido como ultimo deseo poder ver al mar y sentir el calor del sol una vez mas.
- Ya te hemos dado suficiente con la comida de anoche... pero te dejaremos caer al mar después de matarte... pónganlo cerca al risco!!!
Con mis manos ahora amarradas y dándole la espalda al sol enfrento un destino que no podré cambiar. De pequeño aprendí como deshacer nudos y aplico lo aprendido tantos años atrás, desato mis manos. Los guardias se apresuran para atraparme y evitar que escape, pero con un ademán los detengo y les demuestro que no tengo la intención de hacerlo.
- Solo deseo ver el mar antes de morir...
Se tranquilizan mientras volteo hacia el mar y el sol, hermoso e imponente mar que si siguiera podría regresar a mi hogar y tus brazos, escucho unos gritos de orden y mientras cierro los ojos puedo sentir el calor del sol al frente mío mientras el frío de la muerte por detrás, caigo al océano.
- Pronto estaré contigo mi amor...
Cuando termine de leerle la carta ella empezó a llorar desconsoladamente, había podido conseguir la carta de sus manos antes de que caiga al mar. Mi amigo... mi hermano había muerto siguiendo un ideal, que ahora seguiré hasta la muerte... la libertad. |