La luna me llego en forma de pompa,
Me atrapo en aquella sensación,en los
Remolinos,donde el aire toca la superficie
De tus pómulos sonrojándolos,a la vez las
Hojas tiñen la verde tierra,el arroyo cristalino
Llega hasta las dulces sirenas de cantos
Y cabellos dorados,dulces cantos oidos por
Santos,que rezan poseídos en sus alaridos,
Heridos los berridos gritaban indecisos
Quemándose en cobertizos,trozos,solo unos
Pocos,los rayos son opacos en nosotros,
Nunca seremos iluminados por seres divinos,
No lo somos,solo existimos para vender los
Demonios,recordar que amplios son los palcos,
Grande esta escena de una última cena,una
Única,nunca hecha por Guernica,ni escrita en
Lírica,solo la tinta y una cinta,un propósito
Que no se pinta.
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