Ha pasado por una esquina de tu inerme cuerpo una huérfana caricia nocturna. Unos ojos reposan acuosos sobre tu disoluta imagen y tu mortaja parece hecha de escamas de lagarto. ¡Ya basta de despedidas por hoy!
Texto agregado el 26-04-2007, y leído por 142 visitantes. (2 votos)