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Con tu puedo...Cap 37.
Crisantemos.

—Pancho, Pancho, ven, acompáñame
—¿Dónde la acompaño, señorita?
—Al patio, mira ven a ver lo que hay.
—Vamos, mi niña, vamos a ver lo que hay.
—Mira ¿Qué es eso verdecito que hay en el cajón?
—Alicia, son las primera hojitas de las plantas. Mira esta es un crisantemo.
—¿Qué es un crisantemo?
—Es una planta que después dará una flor blanca así de grande. – Francisco abre la mano para mostrar el tamaño de la flor.
—Pancho ¿se la podré ir a dejar a mi papá al cementerio? A él le va gustar ¿Quieres, ya?
—Sí mi niña, la primera será para que se la lleven al papá, porque él los quería mucho.
Mire y esta es la hojita de una cebolla.
—¡Mami, ven! Mamita ven a mirar las flores y las cebollas. ¡Ramón, hermanito, ven a mirar las cebollas!
—A ver hija ¿De qué flores se trata? – Pregunta Lastenia.
—Mira, mamita, de estas que están en los cajones.
—Pero son solo hojtas.
—Sí, mami, pero cuando crezcan, van a ser flores ¿Cierto Pancho?
—Sí, cuando sean grandes, estas van a ser crisantemos blancos, y estas son cebollas y estas lechugas. Acá, en este cajón hay ajíes y pimentones y han brotado en todos los cajones. Hay que hacerles sombra para que el sol no las mate.
—¿Qué querís, Licha?
—Hermanito, mira, acá hay unas flores así de grandes. – Abre los brazos la niña, para indicar del tamaño de la flor- La primera se la vamos a llevar al papá. ¿Cierto Pancho?.
—Si, cuando florezcan, podrán llevarlas al cementerio.
—Gracias, Pancho, mi papi se colocará contento.
—No las toquen hasta que estén grandes, si lo hacen ahora se secan.

Tanto le ha cambiado la vida a Francisco, de un instante a otro se ha visto rodeado de toda una familia. Su vida de solitario ha tocado fondo y emerge convertido en amante compañero de Lastenia y en padre de dos niños.
Dos pequeños que se han transformado en parte de su vida, habiendo asumido que tiene una familia conformada por cuatro personas.

Las ruedas del tiempo han comenzado a girar marcando los días que restan, parece que se juegan los descuentos – piensa Pancho, mientras limpia los cajones en donde comienza una nueva vida. Pequeños filamentos verdes se han levantado y miran al cielo. Con paciencia Francisco saca cada brote que no corresponde a lo que sembró – estas plantas van a crecer con toda la fuerza. Lo que ocurra en la Oficina a partir del miércoles de la próxima semana puede ser similar a la siembra en esto cajones. Primero brotará acá, luego sé irán sumando una a una las otras Oficinas.

Una semana resta, tan solo siete días si es que no se adelantan los hechos. El lunes Alamiro entregará el sobre a Gómez. El martes ha de responder y según sea el miércoles será la huelga. Este jueves Lastenia irá con los niños hasta Pica, los dejará allá con los abuelos, llevará uno o dos hijos ajenos. Le diré que lleve a los dos menores de la Clotilde, deberán quedarse allá hasta el fin del movimiento. Es lo mejor, así achicamos la cantidad de bocas infantiles y si alguna desgracia ocurre, los niños deben seguir con vida. Si es larga la huelga, nos las veremos en feas.
Mi Lastenia, tiene un corazón de oro, no me equivoqué, es toda una mujer. No puedo decir que no he tenido suerte con ella.


Mister Charles y Mr. George – Principales socios de Fernando Gómez – se han acercado hasta la oficina del Administrador, ambos llevan una carpeta en sus manos, en ella están detallado cada movimiento de mineral y de dinero que se ha realizado en el último año.

—Fernando, por lo que hemos podido ver las cosas en la Oficina están buenas, las utilidades en los últimos años han sido constantes. Aún cuando sabemos que han habido algunos problemillas qué, por lo que se ve en los balances no han logrado mermar la producción.
—Muchos de los problemas se resolvieron en el mil novecientos siete, son estos, años que tenemos que aprovechar ya que una vez que los obreros pierdan el miedo, se van a producir los problemas que hoy no hay.

—Nos han dicho que usted se ha ablandado con los trabajadores y que nos ha hecho gastar más de lo necesario.
—Ah, eso. Eduard, me imaginaba y ya que estamos en eso, vamos a ver ambas cosas juntas. Yo, tengo entre los obreros gente a la cual le pago por la información que me entregan, una de las últimas nos permitió apagar un foco de gente con costumbres anarcas, que tenían pensado hacernos la vida ingrata y eso vale dinero, dinero que es menos de lo que hubiese costado si ellos hubieran actuado.

—Pero, ¿Y eso de la plaza y la escuela?
—Eso es pura paja, algunos trabajadores, no indispensables, cosa que en nada ha hecho bajar la cantidad de trabajo en los rajos y la planta. La escuela, lo más seguro que el próximo año nos obliguen a tenerla. Ustedes deben de saber que luego que se supo de la escuela la producción subió. Así que lo que costará, ya ha sido recuperado incluso antes de que se construya.

—O sea qué, ¿podemos irnos tranquilos?
—Claro, todo está bien. ¿Por qué no se llevan a Eduard? No hace nada, ese sí es gasto inútil, lo único que hace en beberse todo el bourbón que hay.

—Después vemos eso, allá hará mucho menos, conversaremos con él. Mañana zarpa el barco, así que esta noche debes ir a dejarme al puerto.
—Sí, por supuesto, no se preocupen el tren baja cada noche, así que transporte hay.

—Alamiro, Alamiro, acércate. – Un grupo de niños que trabajan de matasapos llaman a Alamiro.
—¿Qué sucede, niños?

—Alamiro, sabemos lo que va a ocurrir, con nosotros no hay conversao nada.
—Sí, discúlpenme, pero, es algo de los mayores, no quisimos involucrarlos antes de tiempo.

—Sí, está bien, pero, nosotros también somos trabajadores y trabajamos junto con los mayores.
—Lo siento muchachos, pero, alguien puede hablar de más con los papás y eso puede perjudicar lo que estamos preparando.

—Malo eso, Alamiro. ¿Estamos considerados en lo que se va a pedir?
—Sí que lo están, y si ganamos van a recibir los mismos beneficios que cada trabajador.

—Alamiro, cuando esto acabe vamos a conversar seriamente, no nos gusta este trato, pero lo que queremos decirte es que puedes contar con cada uno de nosotros
—Ya los tengo contemplados, a todos, a cada uno.

La historia se echó a caminar, no hay dos caminos, me llevará la muerte o la vida, eso no puedo decirlo hoy. Por menos asesinaron a los muchachos anarquistas, por menos, ya que ni les dieron tiempo a actuar. Sí no se abre el secreto. Gómez no lo sabrá hasta que tenga el papel en sus manos. Él quiere comprar mi consciencia, yo no la tengo a la venta, se equivocó conmigo.
Las mujeres han hablado conmigo, ellas estarán con nosotros y ahora los niños, estos mismos que debieran estar en la escuela. Pero, ellos van moliendo el caliche, de sol a sol, a la par con nosotros y les pagan menos.
Ya queda menos de una semana. Van a traer militares y policías, es posible nos disparen, eso no sería raro, lo extraño sería que el patrón diga que sí a la primera.


—¡Compañero, Alamiro! ¿Qué es lo que piensa?
—Efraín. Pienso en mi casamiento, quien sabe lo que ocurrirá, luego vienen los hijos y hay que criarlos bien para que no salgan como uno.

—Por eso yo no me hey casado, tengo una chey en Antofa, ella no exige mucho y si exigiera me voy a otro lugar, mujeres hay muchas y más en este desierto. ¿Cuándo acabamos lo de la plaza?
—Cuándo diga el patrón, él es el que determina lo que haremos. ¿Usted, me parece no había trabajado mucho con la pala, ya que se le llenaron de ampollas, o sí?
—Nosotros queremos irnos a trabajar a algún lugar más lejos del patrón. Y fíjese usted que, hacía mucho no trabajaba en las calicheras. La necesidad tiene cara de hereje, dice el refrán y como nos ofrecieron este trabajo, aquí estamos hasta que lo terminemos.
—Bueno, si no aparece nadie de la administración iré allá a preguntar lo que haremos. Yo también quiero regresar al rajo.

Mañana iniciaremos el proceso de inscripción a la Mancomunal de la Oficina, le diré a Pancho que mande al Moncho a comprar un cuaderno a la pulpería, si voy yo, se verá extraño y se lo contarán a Don Fernando
Esta no me la van a perdonar, el Fernando es vengativo, él va a buscar cobrarse lo que le costará esto. Lo único que le utilizaremos además de las casas, será el teatro para las reuniones. Debo encontrar a los que cuidarán que no hayan destrozos y menos robos. El teatro, la Compañía de teatro ha de ayudarnos a mantener él animo arriba.


Curiche
Abril 25 de 2007

Texto agregado el 25-04-2007, y leído por 336 visitantes. (11 votos)


Lectores Opinan
05-06-2007 Todo va preparandose poco a poco, hasta los ninos que quieren participar activamente. muy bueno. sigo la lectura. 5* salambo
02-05-2007 Curiche, esas plantitas en el cajón me trajeron a la memoria unos álamos plantados en tarro que habían en Tal Tal por esa misma época, según me contaba mi abuelita. A ella le costaba mucho imaginarse los álamos gigantes que le decían que crecían en en otros lugares. Y que bonita la forma en que Francisco relaciona los brotes con lo que está sucediendo en la Oficina, y tiene mucha razón, si las cosas andan bien, tendrá la posibilidad de regarlas y cuidarlas, en caso contrario, las plantas se van a secar... Por otro lado, me admira la forma en que los niños trabajadores reivindican su derecho a participar al igual que todos en la huelga ante Alamiro, que lógicamente prefiere protegerlos. Alamiro, que asume su rol de dirigente arriesgando su vida con entereza, y que sin embargo sigue elaborando proyectos de vida futura con la niña Mariana, al mismo tiempo que trata de considerar todos los aspectos del movimiento que se avecina para que todo resulte lo mejor posible. Me gustaría saber de qué Oficina e trata, o si tomaste la historia de las salitreras en general para escribir tu novela. loretopaz
29-04-2007 Sigue muy buena la historia, esperamos el momento de la huelga. Me recordaste con este cápitulo, que mi padre preparaba las semillas en cajones, luego cuando las plantitas tenían fuerza las trasplantaba, gracias por la historia y los recuerdos que trae aparejada.***** tequendama
26-04-2007 Cuento muy largo y tedioso con tanto dialogo que se hace eterno y lento Cada comentario de aca denota que no se ha leido el texto solo Sorgalim lo ha leido como al parecer todos los anteriores Bien por ella Yo me di la lata de leerlo y de verdad creo que no vale la pena leer los anteriores ygual por el esfuerzo y como estimulo aqui que dan mis 5* Alberto45
26-04-2007 Me pareció una narración formidable, muy atractivo. Pero parece que tengo que leer todos los capitulos para entenderlo mejor. Quiero felicitarle señor. Mart_Eliz_59
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