He sido tu más fiel forofo, desde el mismo día
que te vi frente al espejo del amor.
Como niño me has cambiado la vida misma,
como si fuese un dodotis privado.
He tratado de apartarme de tu goteron de hembra,
sin resultado a mi favor de hombre.
Me has malgastado.
Palidezco ante tus manos suaves, bellas, largas.
Muero bajo tus encantos matinales.
Almuerzo bajo tu cabello fresco, corto, mío.
Deambulo como ciego, buscando una luz perdida.
Lloro por los dolores de la falta de una gradación.
¡Déjame libre!
Dame la libertad que me has enseñado
Procura hacerlo con deleite de amante antigua.
Aparta todo de mi camino, limpio y liso.
No creas que me alejo sin llorar, sin tristeza, sin dolor.
Intenta lo que hemos querido construir.
Deja tus alhajas, tu tiritar de amor.
Esconde tu edad en la mía.
Juntemos todo,
lo nuestro,
aquello que no nos hace daño.
Como el rompecabezas de la vida
actuemos con serenidad de madures fortuita.
Consigamos un albero, que sea fresco y suave.
Ahí hagamos el ponedero de tus nietos, y de mis hijos.
Pretende que hoy será nuestra última alusión al amor.
Creé en las voces de tu caletre jugado y experimentado.
Sigue esa voz, la que no se acabara en este instante.
Recurre a mí.
No estaré lejos, por el contrario estaré dentro de tu casa.
Con mis vida en ascuas, para verte feliz.
Si hoy me voy, me iré con tus ojos en mi espalda.
Con mis lágrimas en mis manos sudorosas.
Entre cobijas y visillos.
Si ya me llega una mañana, tomare un trago.
Es de tarde, me tomare un café negro.
De madrugada, te comeré con mi imaginación masculina.
Ya me voy, los caminos me esperan en este verano.
Me iré lejos de tu mente, cerca de tu casa, de tu hogar.
Nos encontraremos en alguna parte, solos o sin nadie.
Ya estoy en otro lar, lleno de fuego y hoguera femenina.
Me recuesto, en el sofá, y la cabeza peregrina por ti.
Nunca me acuesto antes del nuevo día, espero la hora.
Tres cigarros antes de partir a mi àlveo diario.
Quiero masturbarme, en silencio, en tu mente de hembra.
Han pasado tantos años que la calculadora se ha fundido.
Produzco mentiras fantasiosas e innegables.
Ya tengo sueño, y la mano oscila por todo mi cuerpo.
¡Dime!, si me das esa libertad. La que te he pedido.
Si no es así, ya me voy, sin ti y sin nosotros juntos.
Con temor de morir solo, con remordimiento varonil.
Espero que entiendas mis palabras.
Si no es así, aquí te espero, tu sabes donde encontrarme en esta día.
Me voy con el sueño, no me ha vencido; así soy yo. |