No podía seguir leyendo el libro, sus ojos no se mantenían abiertos un segundo mas, así que decidió irse a dormir. Sus sueños eran tan aburridos como su vida propia, y este seguía la misma tónica hasta el encuentro con esa mujer. Bella como ninguna y muy interesante, entablaron conversación inmediatamente. Hicieron juntos todas las cosas permitidas en aquel mundo y justo en el momento cumbre se despertó. En los días siguientes él tan solo quería dormir y buscar esa ilusión perdida, dejando a un lado su propia vida y su pasatiempo favorito; La lectura. No encontró otra cosa que penas y su libro gran cantidad de polvo. Cuando las esperanzas desfallecían, la halló de nuevo, teniendo esta vez la precaución de citarla en el sueño inmediato, asegurándose así de estar con ella. La felicidad lo embargo y le acompañó fielmente, no cabía la menor duda. Buen tiempo después ella desapareció sin decir nada. Confundido, él se refugió en las líneas del libro que una vez relegó. Llegando al final de la trama, ella apareció. Esta vez no fue en el universo de la nada, era la realidad, a través del cable del teléfono, en dos horas se encontrarían cara a cara. Él, sumido en un profundo nerviosismo trató de tranquilizarse terminando de una buena vez su lectura. Al verla se desilusionó. Tristemente se dio cuenta que ella no era lo que esperaba, era simplemente un sueño. No volvieron a verse, ella continuó su camino, y él, al terminar la cita, entró a una librería y se compró un nuevo libro. |