Pasas como si fueras viento de sangre 
Tú solo te escupes en mi rostro, 
Te sumerges en mí como un feto no concebido. 
 
Dices ‘’adiós ‘’ cuando ningún beso se robo 
Cuando ninguna caricia se ultrajo  
Cuando no se pronuncio palabra 
Cuando ese ‘’adiós’’ se convirtió en una cortada. 
 
 
Inseminemos en tu un corazón 
Esperando que se adapte 
Esperando que germine sentimientos 
Esperando que esta vez mi nombre te sepa a amor. 
 
Eyacula dentro de mi 
Libera la fotosíntesis del orgasmo, 
Inmaduras sensaciones frígidas 
Que no crean la dicha de la promiscuidad. 
 
 
Este adulterado sabor 
De tus carnes gritando ¡¡venid, venid ¡¡ 
Suplicando como  a una droga cruel 
Sentir las alucinaciones de sensaciones poseídas. 
 
 
Las membranas de sal negra 
Cristaliza el beso atroz 
Que llena de pus la boca amarga 
De ser muerto, de ser algo maldito tras lo mortal. 
 
 
Tu piel con sabor a laudano 
Ese veneno que al ser inmortal mata 
No de lujuria al cuerpo satisface, 
Si no que envenena la sangre podrida. 
 
 
La noche a llegado 
A llegado el tiempo de sangre, 
Apuntando la navaja en mi cuello su filo 
Apunto de abrir el poro de la yugular. 
 
 
Se enfrió el infierno con tus rostro, 
Mi sombra huyo para la tuya 
Disfruto los momentos de agonía 
Cuando tus ojos se clavaron en los míos.  
 
Infiel mortal que mancho la promesa 
Intruso en este el mundo oscuro, 
Robaste en su interior esta flor 
Que se seca sin veneno que dar. 
 
 
Se inflama el órgano al  pulsar  de sangre 
Viendo alo lejos aquella diminuta sombra 
El polvo bailando bajo tus pies 
Y tu solo dices un maldecido ‘’adiós’’. 
 
 
Naufrago en los ríos de inmadures 
Insuficiente para ti mi desden 
Mi desesperación que existe 
Como en una prostituta el sexo constante. 
 
 
Tu, demonio del más miserable entierro 
Sierras las puertas que palpitan, 
Yo ser descarnado sin calabozo perpetuo 
Sintiendo del día las navajas oxidadas. 
 
 
La noche en el reloj se encaja, 
Esperaba algo que me desahuciara 
Que me dejase como llegue, bañada en sangre, 
Lejos, ausente y desnuda mi alma poseída vaga por ti. 
 
 
Tras los gritos del ser desquiciado 
Inyectado de calma, liquido de guerra, 
Sedimento del odio que no nace 
Odio que no germina, no creo vida. 
 
 
La garganta se desgarra sin filo 
Y no quiero mas que gritar a tu odió 
Pero algo impide llegar 
Como un esperma desahuciado, al ovulo no fecundo. 
 
 
 El silencio se aferra, se rompe atroz 
No dejo escuchar el llanto de la luna, 
Interrumpió el silencio algo ajeno, 
Tu voz, en el desierto desgarra mi fuerza. 
 
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