Como una gota de agua evaporada,
Un concho de miel,
Pétalo deshojado.
Soy una historia en tu pasado,
un recuerdo borroso de algo que
fue hermoso mientras duró.
Quise ser manantial que surtiera por siempre,
múltiplo infinito de esto que me haces sentir.
Pero la pasión fue como un volcán en llamas,
y extinguió toda el agua que a su paso encontró.
La tenue luz en tu memoria,
los ojos pícaros, la sonrisa tierna...
Se exiliaron lejos tras la ruptura,
a redimir su tristeza, a mudar la piel.
Y quisieron renacer en mil aventuras, pero
no hubo ninguna, como la tuya amor,
sólo hubo galanteos tímidos, acercamientos vanos,
quimeras de amor.
Fui lluvia eterna, alegría eterna, amor eterno,
de eternidad que acabó.
Pues era nuestro amor la fuente, y cuando
dejó a mi amor solo, subsistir no logró.
Salud y vientos largos marinero, dijo mi alma traviesa,
nos volveremos a ver. Y si lo permite la naturaleza
podrás preguntarme qué fue de lo nuestro de ayer.
Aun te amo, no podría ser distinto, pero tu compañera de ruta ya no soy. Volvería a serlo, pero ahora flor deshojada, gota evaporada, concho de miel,
y polvo que el viento se llevó. |