Tocabamos rock, y le dije a Joe
-Hey, Chou
-Si, Iak?
-Toquemos aquel tema, ¿lo recuerdas?
-¡oh! ¡SI! ¡hagamoslo!
Y tocamos rock and roll, con tanto salvajismo, que casi logramos que Peter, de la batería, intentara suicidarse de nuevo.
pero ni lo intentó, porque estaba tan comprometido con la música rock, que solo alcanzó a ingerir un par de pastillas de colores en un pequeño silencio que hizo en la mitad del tema.
El tema terminó con un prolongado acople y veinticincomil golpes de platillo y bombo, mientras
la bajista, que era la única mujer de la banda, se masturbaba con las cuerdas del bajo y produjo un sonido muy under, que nos excitaba a todos.
Cuando la veiamos solo queriamos rocanrolear otra vez más.
-¡uau! ¡Eso estuvo increíble!
-Si!
-¡Si, asi es!
-¡Somos los mejores!
De repente el baterista tuvo uno de sus ataques. Sordo ante todos los "oh, no de nuevo", mantuvo el ritmo que repentina y convulsivamente habia iniciado; un aplastante ritmo de polka a una velocidad desorbitada, que fluctuaba entre muy rápido e inquietantemente rapidísimo, mientras los brutales golpes hacia los platillos generaban en la mente de los presentes una saturada insición que a la misma vez tenía cierto encanto, aparte de sus propiedades cancerígenas.
El resto de la banda se vió obligada a tocar ese tema tambien.
El cantante, que era Tommy, vino corriendo desde el baño, pero no por el camino corto, sino que salió de la casa y entro de un salto por la ventana, chocando contra Jack que cayó al suelo golpendose la cabeza contra una botella vacía de whisky y rompiendola.
Tommy tomó el micrófono y empezó a cantar.
De repente el baterista disminuyó la intensidad de sus golpes para escuchar, alarmado. Y paró.
-¡Rayos Tommy! ¡Que carajo estás cantando!?
-¡oye! ¿que te pasa?
-Si, Tommy, ese no era el tema que estábamos tocando... pero... ¿que importa? Podemos mezclarlos, quizas podamos considerarlo como un tema nuevo.
El baterista redobló su furia y la expresó en su instrumento. El tema fue duplicado en su duración. Y termino con un auténtico estallido en la mente de los músicos. Fueron transportados a los confines del rock and roll, vieron colores, luces; vieron, en una ansiosa animación de pocos cuadros por segundo, la cola de un lagarto despegarse de su lagarto, y esperar que una nueva cola apareciese para poder aparearse con ella. Vieron las caras de sus ídolos del rock sonreir lejanamente, flotando sobre chicles derretidos por el calor, con naranjas abiertas a la mitad nadando en ellos, girando...
-¡Uau!
-¡Cielos!, mi mente ha explotado otra vez
Y de su cabeza salía humo
-Oye, tu cabeza está ardiendo ¿no habras tomado mucho alcohol?
-¡Mierda! ¡rápido, sacame una foto!
-¿ahora? ¡dejame en paz!
-oigan, toquemos aquel tema que tocamos en aquel espectáculo
-¡si! ¡genial!
y tocaron su version rockera del "los cumplas feliz", el tema más elaborado de su repertorio. |