El artista es realmente una persona apasionada, elevada, que no se parece a las demás personas, si bien a veces la diferencia es pasada por alto.
Y creo que nosotros, las personas, deberíamos tener claro cuales son las maneras de reconocer, efectivamente, a un artista.
Investigando en el asunto, descubrí que cierto individuo de la zona había sido un artista, solo que en ese momento se encontraba trabajando en una fábrica.
Luego se convirtió en un sindicalista, y, creando varias canciones que cantaba a la hora del almuerzo con acordes suaves pero contenidos fuertes, con el paso del tiempo ganó el status de "desempleado", volviendo, poco después, a su condición de artista.
Cuando me enteré de su regreso, fui presto a interrogarlo, ansioso por conocer de cerca a un artista.
(la vida, habia sido conmigo muy ingrata en ese aspecto, siempre me encontré desprovisto de ese bello don que otros sí tenían y me causaba una fascinación tan grande, pero así también me generaba tantas interrogantes...)
Le pregunté sobre las flores, sobre las tardes del otoño, sobre respirar hondamente al lado de la playa en las madrugadas y sobre recostarse en los lechos aromaticos de nuestras verdes praderas soleadas.
El me respondió, fumando su cigarro, erguido y hasta un poco inclinado hacia atrás, con la mirada fija en el horizonte, que poco tenía para decirme en esa situación, pero bien podríamos tomar un café y conversar largamente.
Lo invité a una cafetería y nos sentamos al lado de una ventanta. Teníamos una vista muy agradable hacia la ruta, el día cayendo, lentamente...
Nos tomamos unos minutos para acomodarnos, sin apuros, mirando el paisaje...
Luego llegaron nuestras tazas de café.
En ese momento me dijo una de las cosas más increibles que jamás escuché en la vida.
-Observa el café.
Me sorprendió. Lo miré interrogante pero su mirada segura y serena me invitó a confiar en él.
Atento, baje la vista hacia la taza.
-Huele su aroma suavemente...
Aspíralo hasta que viva dentro de ti, hasta que intente abrir tus ojos entrecerrados y levantar tus cejas con su aroma seductor, dulce... distinguido...
Cierra los ojos y rodea la taza con tus manos...
Siente su calor. Siente su aroma...
Siente como combina con la tarde fresca...
Imagina si algo en el mundo...
Imagina que invención mágica, sobrenatural, pudiera superar la combinación del café con la tarde fresca...
Piensa en su color. Es el mismo color que hay detrás de tus ojos, que visitas al cerrarlos...
Es la negrura de tus ojos cerrados, pero aún así atentos, despiertos, los ojos que tras los párpados visitan no el sueño, sino elegantes estados de atención, de alerta.
Ahora imagina a las personas que trabajaron en la tierra, junto a la naturaleza, para extraer de ella ésta riqueza...
Sus pensamientos... ¿como se sentían cuando recordaban que, gracias a su trabajo, miles de personas de distintos parajes y situaciones tan diversas podrían disfrutar de belleza tal, de manifestacion tan elegante y sofisticada de la naturaleza?...
Desde los escépticos hasta los religiosos... los pobres a los ricos... mujeres y hombres, jóvenes, ancianos, seres ejemplares, tanto como personas viles, viciadas, tanto los líderes de masas como los más sencillos empleados...
Todos tienen su café, para vivir su momento de placer, de reencuentro, de paz, de inteligencia, de auténtico lujo y riqueza...
Hundete en su color, hundete en su alma... en tu alma, que respira junto con el aroma del café...
en la escencia viva del café, y...
respira... respira largamente...
...
escucha el silencio, imagina el vapor blanco, lento y sutil...
sobre el fondo negro de tus ojos cerrados...
ascendiendo... dibujando lenta y decididamente, líneas llenas de belleza, vida y movimiento.
...
respira lentamente, dejate ir...
Visita otras mentes que comparten el placer del café, en otros lugares, a través de tu propio placer, tu propio momento, irrepetible y aun así siempre accesible, inextinguible, de lujo...
otras gentes que lo viven en este mismo instante...
al igual que antes...
y tambien así en el futuro...
dejate llevar por los brazos calidos del vapor del café... vuela con él... encuéntrate con él, en lo alto... visita su sonrisa cálida y permanece ahí por un momento... por todo el tiempo que sea necesario...
...
Transportado a una nueva realidad, la sorprendente realidad del arte... Me sentí como un autentico artista... Dulces palabras me visitaban a partir de una simple taza del café... reflexioné;
"es cierto, el café es bello, delicioso... podemos conectarnos a la belleza con él, directamente, y sin embargo lo tomamos, hablamos de él, lo leemos en anuncios tantas veces... y nunca pensamos que sea más que... un simple, barato, corriente... "café"... a veces somos realmente tan ingratos..."
Y dije
-No sabes el increible favor que me has hecho, debo...
Pero cuando abrí los ojos el artista ya no estaba.
Quedé en silencio, mirando a mi alrededor.
Su taza estaba vacía, quedé en silencio mirando a todos lados. Se había ido.
Quedé en silencio, y asi me mantuve unos minutos.
Estuve reconsiderando lo que había pasado...
El artista... que personaje tan enigmático.
Pedí la cuenta, aun encantado, aun no del todo en este mundo...
Pero ahí desperté del todo, porque cuando fui a pagar, mi billetera ya no estaba, sino que había preferido irse con el artista...
-ese hijo dep... |