¿Y qué, si las manos negras que rodean mi ser
no quieren dejarme todavía?
¿Y qué, si la mala suerte se ha convertido
en una amiga no pasajera, que no abandona?
¿Y qué, si mi mundo sigue dado vuelta…
atornillado hacia el vacío?
No puedo negar que me agota…
que el mirar mi pasado y mi presente me perturba
y que mi futuro se ve plagado de nada….
No puedo negar, menos, que mi todo está vacío
y que suelo, a regañadientas, cerrar los ojos y correr…
y que maldigo la injusticia de la cual soy esclava…
No puedo negar que me agota…
el pensar en las soluciones,
cuando en verdad, ya no hay problemas….
El creer que tengo algo
cuando en verdad mis manos no tienen nada…
El esperar…
cuando en verdad se que no debo, nada…
¿Y qué, si no logro zafarme de esto?
¿Y qué, si este imán que llevo
me sigue arrastrando hacia lo negativo?
Deberé cambiar mi rumbo… salirme del camino…
Patear las piedras… no tropezarme con ellas…
Deberé, cautelosamente, mirar los rostros
de quienes quieran herirme, y herirlos primero.
Tendré que, principalmente
cambiar los hábitos y empezar de nuevo…
cambiar el rumbo de las cosas
y robarme el sol, para que esta vez, esté de mi lado.
|