Trabajo, valioso tesoro,
horarios, no son más que divinos quehaceres.
Rutina gloriosa marquesa,
de la ciudad del stress.
Si yo, no soy más,
que una pieza, sin valor,
del inmenso puzzle de mi sociedad.
Si nadie me preguntó,
y aqui estoy, cada dia,
cada hora, trabajando como,
la hormiga, que cuida de su invierno.
Trabajo, no sé que te he hecho yo,
para que tú, me pagues con la moneda,
del stress, cansancio y rutina.
Para que deseo, el dinero?
si este, nunca me premió
con la felicidad.
Solo quiero vivir, tranquila.
sin sentir, que vivo para mi salario.
Querido trabajo,
por mi te podías ir al carajo!!!!
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