Cuando ya mi cuerpo yazca
bajo las botas de la ciudad,
y alimente las raices de arboles
y habite las alcantarillas de la ciudad,
Cuando el brillo de mis ojos se apague,
y escape de mi mi ultima palabra,
cuando se descuelgue el ultimo segundo del reloj
y mi corazón enmudezca para siempre
Cuando mis manos descansen yermas,
abandonadas, libres por fin de las letras
que una vida entera las han torturado,
y se extingan los unviersos de mi interior
En la noche en que cruce la ultima puerta,
de madera oscura, de pino y terciopelo,
cuando ya me vista para la ultima visita,
y ella me sonría maliciosa y sedienta.
Cuando los versos sean lineas,
los besos ni tan solo recuerdos,
y los sentimientos nada,
cuando todo mi ser se extinga,
recordadme,
pues no moriré, y aún muerto,
habitaré en cada lagrima,
en cada negro petalo de rosa,
en las páginas de las tragedias.
Y seré el rayo que hiende la noche,
el trueno que imprime su movimiento,
la estrella solitaria que siempre observa,
la lluvia trsite de los días de otoño,
y los rios que horadan la tierra con empeño.
Recordadme, cuando ya me halla ido,
tendedme la mano, corazón en ella,
y allí estaré, susurrad mi nombre
y mi presencia será vuestra,
pues quien vive no puede morir,
pues aún muerto sigue viviendo.
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