Texto número 45 para el 12º Asalto del Club de la Pelea.
Categoría: Prosa
La casa tenia, tiene, colores traviesos, formas diversas y mucho bullicio llenando su interior, es que parecía o parece un carrusel de música, con pasos de bailes y un titiritero frente a sus pulgas, haciendo saltar los nervios y las ilusiones de todos aquellos que solían llegar atraídos por el ruido, de comentarios de amigos o conocidos que un día llegaron atraídos por la magia del lugar, había mucha imaginación, y deseo de participar, se sentía el golpe de las monedas al caer sobre el plato de la maquinita, dejándolo lleno de esos brillos resplandecientes que atraían a tantos, manos nerviosas juntando el tesoro, como si lo hubieran encontrado por casualidad, cuanta algarabía, muchas caras tristes, otras serias , la mayoría ni se enteraban de lo que trato hoy de explicar, solo ven en el juego el dinero y la posibilidad de salir con una pequeña fortuna del lugar, allí nadie es amigo, ni conocido, apenas un saludo y no siempre, porque ellos son anónimas personas, que se desconocen cuando llegan allí, ya no son los mismos se vuelven egoístas, esperanzados, eufóricos, tristes, y pasan de un estado a otro, lo mas seguro es que se los coma la frustración, que es lo que mas abunda en el lugar.
Por eso la casa es traviesa y colorida, ella siempre gana, recorre cuerpos y corazones hasta dejar el alma seca, los ojos vacíos, y busca otra victima, es permanente su necesidad, el nectar corre como el oro y ella se alimenta y vive feliz con sus alforjas llenas, mientras que los incautos cayeron en su trampa para no salir jamás.
|