Más allá de la parte bonita del bosque
donde moscas y arañas y grillos mantienen su hogar
donde ranas y sapos y ratas conviven en paz
un pantano ha crecido y se ha vuelto sobrenatural.

Los insectos de vuelo perfecto lo han de evitar
pues cadenas de barro salientes los buscan ahogar
un gritar burbujeante y caliente se puede escuchar
cada vez que se acercan al barro él va a despertar.

No es hombre ni un monstruo ni sabe del bien ni del mal
ni de guerras ni historias de reyes, de nada especial
la criatura lodosa que ataca lo hará por igual
sean humanos, insectos o aves él los hundirá.

Pues defiende furioso el pantano, su alma está ahí
sus cadenas y cuerpo de barro no pueden salir
y extraños son riesgo amenazan su estancia feliz
su fango y su tierra y todo lo que creció allí.

Es señor del pantano, del lodo, lo pardo y lo gris
protector embarrado enterrado que quiere vivir
defensor de lo simple y lo sucio, de poco matiz
caballero de hierba terroso de rama y raíz.