Él se va a trabajar, llega tarde, no hay qué hacer. La jefa da instrucciones, él las recibe. Se aburre. Sale a comer. Encuentra a un amigo que es más jóven que él y tomaba mucho más. Y ¡oh sopresa! El jovenzuelo ese YA se graduó, tiene un excelente trabajo y un carrazo sensacional.

Él se siente mierda. Llega la hora de salida. Y no se puede ir porque hay un servicio dos horas después. La jefa le pide que se quede pero lo manda a descansar un rato. Llega la cita. Él cobraría y compraría cosas para llevarle. La cita la toma otra persona. Él se enfurece. Se va. Pasa por ella.

Ella le pregunta qué pasa... y él dice "nada".

Ella se fue a trabajar cantando, pensando en él. Hablando sola. Haciendo planes. Llegó a la oficina y su trabajo, que es hermoso, la absorbía. En el día le dijeron que era el alma de la oficina. Por la tarde la felicitaron por su excelente trabajo. El equipo era unido y el ambiente inmejorable. Llega la hora de salida. Se va. Lo espera.

Ríen con sus amigos. Ellos la adoran. Ella se siente querida. Lo consiente, lo regala, lo mima. Ella le da un vaso de jugo. Lo besa. Él la mira y la molesta. Ella se pone triste.

Ella le pregunta qué pasa... y él dice "nada".