Todo cambia y nada retorna,
tus sueños y mis sueños
nunca se han podido compartir,
caminamos por senderos diferentes
y cada ilusión se marchita con el devenir
con la brisa gélida de la mañana
y el constante frío de un atardecer.
¿Cómo pretender enamorarnos
si son tan diferentes nuestros interéses,
si tu me besas y después me evades
mientras yo te beso para ilusionarte?.
Hoy somos juguetes del destino,
marionetas movidas por el viento,
en las que solo hay una gran indecisión
y en las que se marchitará lo construido.
Texto agregado el 20-04-2007, y leído por 81
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Magnífico texto, muy entrañable.
Le felicito, saludos.
corvo
20-04-2007
No se pueden marchitar las ilusiones porque no hay nada construido. Las indecisiones se han encargado de evadirlas. Vidas distintas, amores huidos. Buen poema. Un placer leerte. Abrazo. juanjara
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