Texto número 34 para el 12º Asalto del Club de la Pelea.
Categoría: Prosa

Todo lo he perdido

Hoy recuerdo como empecé, aún siendo niño con las máquinas tragamonedas. Así crecí gastando mi dinero en los juegos de azar, guardando esa ilusión de obtener el gran premio que nunca llegó. Pero todo pasó de ser una pequeña diversión inofensiva a ser una adicción compulsiva que no me permitía quedar conforme hasta que gastaba el último centavo de mis bolsillos.

Malgasté la fortuna que me dejó mi familia, perdí mi trabajo, mi casa. Era capaz de hacer cualquier cosa con tal de conseguir algo de dinero para jugarlo, así quedé completamente en la ruina. No me daba cuenta cuando empezaba a jugar y de pronto iba perdiendo cantidades de dinero en la ruleta pero no me importaba. Sólo me desesperaba por encontrar plata donde fuera para seguir apostando.

Tuve dinero, tenía un buen empleo, una linda familia, y todo se perdió por mi culpa. Llegué a tal punto que dejaba encerrada a mi hija en el coche y me iba a jugar olvidándome por completo de ella. Cuantas cosas malas hice.

Decía mi hija a sus amigos: “Mi papá trabaja en un Casino”.

Un amigo de mi infancia me preguntó una vez: -¿Es verdad que te has convertido en un adicto al juego? -Eso es falso -contesté- ¿Cuánto quieres apostar?

No es gracioso, ya no tengo nada que apostar, todo lo he perdido.