Enésimo final
Prosa carente de sentimientos
No, no te despidas, ¡solo vete!
¿Para que romper nuestra costumbre con palabras?
Si el silencio de aquí es tan seco que deshidrataría tu mejor falacia.
Todo terminó y estoy cansada,
demasiado cansada como para probar tu ausencia,
cansada de llorarte como para hacerlo de nuevo,
cansada de dejarnos tantas veces en tan poco tiempo.
Cansada de fumar cigarros, como para suspirar en tu nombre
tan cansada de no besarte, que ni por lo que algún día fue lo haría.
cansada de desafiar la distancia inexistente
como para notar hoy el gran perímetro en que no habitas.
Se que estarás igual de cansado ahora,
caminemos en sentidos opuestos para no encontrarnos ni por error,
no hace falta prometer no mirar atrás,
estoy segura de que ninguno de los dos va a hacerlo.
No quiero volver a encontrarte ni siquiera en mi pasado o rosar tu aire,
me marea la idea del sentimiento que podrías provocarme
Cierra la puerta tras de ti al marcharte,
que aquí dentro apesta a tiempo desperdiciado
y no queremos huella de esta muerte en nuestros próximos días.
No llores, ni rías, no gastes energía,
cualquier paso más vale para alejar nuestras vidas.
El final se diluyó tanto en las ausencias, que el predecible fracaso era apenas palpable.
Tan acostumbrada estaba a sentir cerca este amor finado, que me sorprendió notar que realmente sucedía.
Sabemos que es olvido esta despedida, es mucho tiempo en malos momentos, y la memoria es demasiado breve.
Así que no te despidas, ¡solo vete!.
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