Oh flor del atardecer,
no te vayas, no te vayas,
oh dama roja del atardecer,
hija del mar,
hija del ser.
No te vayas, no te vayas
que yo no sé que he de hacer,
dime que le digo al niño,
que solo en el cielo te ve,
dime que le digo al perro
que solo con su olfato te ve.
No me digas nada,
no digas lo sé,
solo mírame y abrázame
que en tu calor he de renacer.
Lejos de mi estas, lo sé
en otro mundo vives,
y otras cosas dices,
pero yo no quiero sentir,
no quiero vivir
porque mi atardecer se fue,
y mas siento yo, que lo perdí.
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