Salgo de mi casa.
Me monto en el tejado con mis piernas aladas.
Converso con un cigarrillo. Se suma otro.
Simulo comerme unas bayas, y desaparece mi aliento ajado.
_ A decir verdad, conservo el tabaco de la Habana completa-
Cuento diez segundos con mis manos,
Y mi posición vertical se proyecta inevitablemente. Concluyo que te quiero.
(O nace en necesidad de apresurarme)
Ha regresado el aguacero a la rotonda. Brusco. Y busco inútilmente lo que se deshace en el agua.
(Quien quiera cuantificar mi moral, que desprenda el techo, y mire)