Cae la tarde y te pienso,
la lluvia se llevo el calor,
el otoño, que apenas esta naciendo,
ya regó hojas secas por toda la ciudad,
la brisa del atardecer me inspira melacolia
y en ella,
te extraño.
Mi presente rodeado de libros
y atento a su clase,
pergeniando su futuro,
ese,
que no permite que nadie cuestione;
y tu,
en algun lugar,
con el viento rozandote la cara,
el mar de tus ojos,
mirando sin expectativas el camino que transitas,
y tu mente,
supongo,
debatiendose entre tus dos sueños,
su futuro,
ella,
el dolor,
mi amistad
y tu esperanza.
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