"¿Dónde encontrar, a qué precio, rimas que maten al primer estallido?"
V. Mayakovski.
Envuelta en el silencio, descubro mi nostalgia que acaba repitiendo esos sonidos inaudibles como confesiones misericordiosas que ululan incansables sobre un cadaver condenado, bajo un cielo desapacible y cruel.
Sigo inútilmente permitiendo que el diablo juege en mi cabeza enterrando aquel sentimiento de culpa, manteniendome insalvable ante tu presencia alucinada que corre como fugitiva buscando pruebas de verdad.
No consigo controlarme, te veo silencioso ... Cadaver envenenado. Esta vez no sobreviví, encuentro mi universo detenido, quiero obligarme a no sentir. Mi vida te mató; a morir fuiste tú, y yo contigo. ...Desesperada, maldiciendote y deseandote; temerosa, límitada a estar quieta; aprendo que el peligroviene de quien amas. Yo te escogí a tí, solo que se te acabo la suerte y a mi la paciencia.
Eres un cadaver querido, trato de rescatar el alma pesada de mi ser, que tiene a cuestas el peso de otros fantasmas, que regresan para espantarme cunao menos los espero.
¿cómo explicarlo? respiro muerte, "no he muerto, pero ya me encuentro altamente pertubada; no tengo paz, no quiero vivir, espero la muerte que no llega y la busco como el más preciado tesoro del mundo que sigue girando con todo su esplendor..".
La noche es amable, estoy sumergida en tu sonrisa, estoy impregnada de tu aroma, tentada a devolver las agujas del tiempo y sumar tu tristeza a la mía para juntos soñar con el misterio de la vida.
Pero estoy aislada, terriblemente cansada, me pesan los párpados, soy más culpable de lo que me siento.
Estoy harta de sentir esto que siento-
Sigo siendo la frase que no cambia.
Sin embargo, puedo imaginar mi alma atravesando la luz que reflejan tus ojos.
Gracias a mi colega Roberto García.
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