la mitad de tu rostro
se incendia
como una flor bajo los quemantes rayos del sol,
un olor
a promesa convertida en cenizas
te caes y yo me caigo
siempre nos caemos
nuestros sueños siguen ahi
mitad muertos mitad vivos
nuestras tumbas
piden nuestros cuerpos
si te caes yo me caigo
y al caernos
miramos como se diluyen los pedazos
de torrentes sanguineos
que hierven en nuestras venas,
tantas penas
han terminado por enamorarnos
y hacernos sentir ilusos.
Texto agregado el 28-02-2004, y leído por 254
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
28-02-2004
Muy bueno,
Una posía sin complejidades ni palabras difíciles, sin mensajes oscuros, sino con una transparencia de confesión humana y divinamente enamorada.
Un saludo nadie_cl
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login