Un día, mientras me paseaba por la escuela de aquellos maravillosos filósofos de nuestra amada Grecia, escuche que un hombre le decía a sus alumnos:
-"Durante toda mi vida he sido alguien con una mente muy positiva y animada, por eso la felicidad viene a mi con facilidad; pero me doy cuenta que muchos no la encuentran con tal facilidad, pues su mente esta sumida en la triteza, en la soledad, o en el abandono de la vida".
"Aquellos que van por este camino, les digo: ¡No dejen que su cabeza se llene de todos esos pensamientos negativos, ustedes mismos con ellos bloquean que la felicidad llegue a ustedes; solo traten de ver la vida con otro punto de vista, traten de pensar que todo lo bueno llegará a ustedes, traten de imaginar su más grande deseo o idea, desenlo con todas sus fuerzas, y por alguna extraña razón, el universo se los concederá".
"Pero no crean que con tal solo pedirlo les caerá del cielo, tienen que trabajar y esforzarse, ser pasientes, seguir pensando todos los días en su sueño, y algún día, sin previo aviso, y sin ser esperado, aquello llegará a ustedes2.
"Pero no crean que el todo; en el momento que pidan su deseo, y este se vea cumplido, den las gracias; no me importa a que dios le recen, pero den las gracias por todo aquello que tienen, pues así serán dignos de las cosechas que recibirán". |