Se siente mucho la ausencia de aquel que estuvo y ya no va a estar.
Se siente miedo cuando se parte, se siente miedo cuando se llega;
entre la llegada y la partida hay olvidos, hay anhelos, hay dolor y hay alegrías;
dolor de dejar lo que dejo, lo mío, dolor del que me ve partir;
alegría de encontrar lo que quiero, alegría del que espera mi llegada.
Entre el partir y el llegar hay cambios, caos, rupturas.
el que llega no es el mismo que el que parte, el que parte no es el mismo cuando llega. ¿adonde?, lo sabrá quien de sentido a esa llegada. Yo que despido y recibo no estoy exenta al cambio, claro. Pero... ¿quien parte y quien llega?
Aquel, a quien despido y recibo, quien es dibujante de sueños, caminos y un andar, quien queda grabado en el cuerpo, la vida y el pensar; con estas palabras le digo estas comprometido a “estar”, tus huellas no son inertes, son densas de bienestar, astucia y significación. Supiste ser sangre, alimento, camino y malestar;
Provocaste sentimientos, miedos, dudas, alegrías, odio, amor, necesidad;
A aquel que despido y recibo le digo estas comprometido a estar, no fue inocente tu andar, no dejes en mi el vacío de no volverte a encontrar;
con voces, disturbios, huecos, soles, risas, palabras, pensares, enojos, gestos, criticas y mucho mas, podes mostrarme que estas.
A aquel que despido y recibo le digo, andar es andar, soñar, esperar, fracasar,
ganar, querer volver y volver a andar.
A aquel que despido y recibo le digo, tus marcas no te las llevas, son mías, de nadie mas.
A aquel que despido y recibo le digo, yo te comprometo al deber de estar, desde mi , desde la sinceridad, desde el mas sano sentimiento, desde lo humano, desde el amor mas amplio que puedas hallar.
A aquel que despido y recibo le digo, te vas, y por mas que no quieras vas a estar, aquí, allá y en mi pensar.
Con sutileza pregunto ¿puedo usarte como hélice, para amar, odiar, reír, llorar y caminar?, ¿puedo usarte para crear, inventar, imaginar, el efecto de tu estar?
A vos te digo, a quien me escucha y se deja escuchar, quien tiene el mismo anhelo que yo de ser libre al hablar; a aquel que, en el encuentro con otro, encuentra su potencialidad, su deseo de estar, de pertenecer, de afectar a quien se encuentra con el. A vos, a quien cree que el dialogo es la apuesta a un encuentro con lo humano, con aquello que hace palpable nuestra existencia cada día, para otro, conociéndose a si mismo. A vos, a quien se abandona en el pensar para volverse a habitar, distinto y significativamente con la necesidad de ir acompañado de alguna otra subjetividad. A vos a quien sigue creyendo que la compañía y la solidaridad son apuestas a un mejor estar, sí!!! y también a vos, a quien no cree, lo podemos dialogar. A vos y también a mi.