Clonación y Reproducción humana
Nos desgarramos las vestiduras de solo pensarlo. Parece una herejía contra todas las leyes, humanas y divinas.
La reproducción sexuada de los animales superiores parece lo natural, a pesar de que la Naturaleza, millones de años antes comenzara con la asexuada en los animales inferiores (de simple división, o partenogénesis, o clonación, como quiera llamársela).
La mitosis, o división celular simple, produce dos células iguales. La meiosis, o división sexuada (más compleja), produce células con la mitad de sus cromosomas originales: óvulos en la hembra y espermatozoides en el macho, que al unirse dan curso a la reproducción sexuada.
¿Por qué en los organismos superiores la Naturaleza optó por ésta última modalidad? Porque combinando pares de cromosomas, con sus genes constitutivos, se dificulta y/o anula la aparición de pares defectuosos, que pueden llevar a lesiones o enfermedades diversas de tipo degenerativo. Se unen dos genes recesivos y aparece el defecto. Si uno recesivo se une con uno dominante, prevalece este último y la posibilidad de enfermedad se diluye. Esto es así a grandes rasgos, y de esta manera podemos percibir la razonabilidad de la Naturaleza al actuar así.
Es por ello que no se aconsejan los matrimonios entre consanguíneos. Su descendencia corre mayores riesgos, y por lo tanto el incesto no es recomendable, más allá de la carga de culpa milenaria que arrastra, Edipo mediante. Pero la Naturaleza no anatematiza a quienes lo practican: Sus hijos tienen más probabilidades de nacer con taras o enfermedades. Nada más ni nada menos.
Si nos atenemos a la historia bíblica de la Creación, desplegada en los primeros capítulos del Génesis, Dios actuó clonando al primer hombre que había creado, pues Varona -así denominó Adam a Eva cuando la vio (G.1,23) - surgió de una costilla de éste (G.1-21,22). (Aquí se abre la duda sobre la cromatina sexual de Varona/Eva, pues si era clon de Adam, debía tener sus mismos cromosomas sexuales (xy) Si era así , estaba mejor puesto su primer nombre). Entre sus mandatos, Dios (G.3) les había prohibido comer de “los frutos del árbol del bien y del mal”. En buen romance, los inhibió de unirse sexualmente. Pero éstos lo hicieron, y Adam le cambió el nombre a Varona por el de Eva, y hasta los seis mil millones no pararon, y continúan...
Mutatis mutandi, la cuestión metafísica ahora se plantea la inversa.
Pero saliendo de ese arduo tema, veamos qué posibilidades le brindaría la clonación como método especial reproductivo al género humano: Éste, hasta la actualidad, pudo conservar obras maestras, producto de la actividad de genios indiscutidos, sólo a través de lo que éstos lograron dejar para la posteridad. Actualmente se podría conservar el material genético de tales ilustres ejemplares y a través de la clonación, posibilitar su posterior desarrollo en las mejores condiciones para el incremento de su talento ad infinitum.
¿Otro J.S.Bach? ¿Otro W.A. Mozart? ¿Otro L.van Beethoven? ¿Otro M. de Cervantes? ¿Otro W. Shakespeare? ¿Otro D.H.Lawrence? ¿Otro A. .Chéjov? ¿Otro G.Galilei? ¿Otro I. Newton? ¿Otro A. Einstein? ¿Otro S. Froid? ¿Otro...?, y la lista puede ser tan abundante como variada.
Y para finalizar, tres fantasías como última digresión, fuera de programa (que podrían llevarme a la hoguera si cayera en la Edad Media, túnel del tiempo mediante):
Quién, ante la muerte de un hijo, no quisiera recuperarlo y percibirlo cerca otra vez; volver a tocarlo, a alzarlo, a besarlo... Es un deseo normal, lógico, natural, por ahora irrealizable, pero en un futuro...
¿O tal vez ser la madre de los propios padres, y a través del desarrollo de esos niños compartir una infancia de la cual se viene pero de la que no se pudo participar... porque se era nada más que un proyecto de ellos, porque se estaba aún entre sus gametos?
¿Y volver a los propios comienzos, multiplicando una célula stem personal, y verse a sí mismo crecer, tal si se estuviera frente a un dinámico espejo, en un viaje por un túnel vivo del tiempo?
Apunta un futuro donde todo es posible. Y ese “todo” es tan abarcativo que por ahora resulta poco menos que inimaginable.
Albertoccarles
|