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Aquel día llegó temprano a casa, ya no tenía la necesidad de quedarse en el trabajo toda la mañana a fin de no estar solo en casa, al entrar tuvo la sensación de encontrarse en otro lugar. ¿Es esta mi casa?, pensó; periodicos, platos sucios, polvo y mas polvo rondaban dando a la atmosfera un aire de abandono. ¡Hace tiempo que no ordeno, esto parece un cuchitril! Pensó un poquito mas y volvio a repetir, no parece ¡es!.

Caminó hacia su cuarto con paso ciego y se detuvo ante la destartalada puerta, se quedo mirando un largo rato, el cuarto estaba mas desordenado aun que el resto de la casa, vió entonces la cama y la vió, ella estaba alli, dormida, las sabanas dejaban entrever sus piernas, pensó en acercarse y robarle unos momentos de amor, pero en ese momento vio unas manchas de sangre seca en la cama. Mierda, dijo – ya le toco enfermarse otra vea.

Hace tres meses que la conocia, se encontraron por casualidad en un bar que el frecuentaba muy a menudo, estaba sentada en la barra conversando con el barman cuando sintio una mirada quemándole la espalda, voltió y la vió, tenía unos 30 años, alta y delgada como una espiga, algo simple tal vez para sus gustos, le gustaban las mujeres mucho mas rellenas, algo groseras con aire de matronas, le encantaba verlas sudando debajo de él, ver sus pechos tambaleando como gelatinas y ver sus vientres rolludos siempre avergonzados pero firmes y crecientes. Pero ella estaba alli y bueno pues pensó - ¡Peor es nada! Cualquier cosa es preferible a irme solo a casa

La llamó a su lado y le preguntó su nombre.

Vivian le respondió ella. Alguna vez había conocido a otra Vivian pero, era tan diferente a esta, gorda, gordísima con una boca capaz de zambullirse en lo mas profundo y siempre salir con una sonrisa de triunfo diciéndole ¿ya? ¿tan rapido? Ja, ja, ja.

¡Que gorda! Sonrió al recordarla y sintió un cosquilleo en el vientre.

Empezaron luego a conversar, ante la mirada indiscreta del barman quien de rato en rato soltaba unas risitas hipocritonas y confidentes. Ella le contaba cosas de su vida, su trabajo, problemas, gustos, le dijó ademas el motivo por el cual se encontraba en ese bar tan extraño para ella pues no habia casi mujeres y todas le parecian desagradables y algo putas.

Me siento sola, perdida, vacia le dijo ella.

Él solo la miraba, miraba sus ojos negros de animal herido, sus delgados y casi inexistentes labios, sus pechos, sus piernas, le importaba un carajo todos sus problemas y demas. Luego sintió una sensación de vertigo y algo que le quemaba el vientre.

-¡Estoy arrecho! Pensó, el recuerdo de la gorda me ha afectado- ya es hora ¿no crees? – le dijó.

A eso de las tres de la mañana salieron del bar, ella hablaba y hablaba sin parar, hubiera querido ponerle un tapón en la boca - ¿Porqué mierda habla tanto esta cojuda? – pensó.

Fingía interesarse por todo cuanto ella decia, cuando realmente en lo único que pensaba era en esa quemazón que ahora recorria de arriba abajo todo su cuerpo.

La llevó a su casa, luego a su cuarto, ella se dejó llevar sin decir palabra.

¡Tan mansa como un corderito! – sonrió él, hubo un momento aun de indecisión, de pena, luego el recuerdo de la gorda. Ella se lo busco ¿no? – pensó.

Fue algo rapido, con no mas sobresaltos que los gritos de ella y los espasmos de él, luego la mirada de rencor que ella le lanzo al verlo levantarse e ir al baño sin embargo mintió y le dijo: ¡Fue un buen polvo! – Si dijo ella mintiendo tambien.

Desde ese dia regresó cada noche, y cada noche se repitió la misma escena. Él se fue abandonando al amor y un día no permitió que ella se vaya mas. Le jodia su voz, su cuerpo, su vida, sin embargo siguieron juntos, le parecia tan vana, tan vacia pero no podia estar sin ella. Sentia tanto odio por no poder acabar con eso y a la vez tanto amor al verla dormida.

Ella salía todo el día y solo regresaba en la noche, él esperaba desde que la veía partir y aun en el trabajo la esperaba y al llegar a casa en la tarde la esperaba mas. Sin hacer o pensar nada mas que en su regreso y en su anorexica y lastimera figura. Se dió cuenta pues que su vida hasta ese momento había sido tan solitaria. He estado solo tanto tiempo y ahora no puedo soportar su ausencia ni un par de horas, que vida simple y mierdosa he vivido, que raros los hilos que nos manejan cual marionetas en un circo en el cual todos somos los payasos con caras sonrientes pero que sin embargo se sienten tan o peor que yo.

Lo que te jode es que solo ahora te das cuenta de todo, solo ahora notas lo solo que estabas, vives rodeado de tanta gente y sin embargo ¿has conocido a alguien de verdad? ¿Te ha preocupado alguien a excepción de ti mismo? ¿Has intentado acercarte? – Siempre solo- se contestó.

Y comenzó a disvariar entre un universo abstracto y uno de verdad; entre cosas que van y cosas que vienen (y en el camino no se detienen). Con una existencia a medias. Apretó el puño intentando pensar en la gorda, y pensó: que seria mejor olvidar toda aquella mierda que retumbaba en su cerebro pero no era fácil, nunca lo había sido, sin embargo, siempre lo logro, en efecto, habia logrado olvidar cosas que lo atormentaban, recordandolas quizas como sueños, pesadillas, perdiéndose en un mundo de irrealidades, hasta llegar a no estar seguro de que era verdad y que no lo era. Empezó entonces a olvidarlo todo, y solo a veces los recuerdos afloraban y confundian su ser. ¡la gorda! Volvio a recordar. Y fue en ese momento que escucho una voz ¿y si te deja? Eso seria un gran problema respondio ¡por qué diablos no regresa ya! Grito ¿a dónde diablos va todos los días? Solo hasta ese momento se percato que ella salía temprano y regresaba tarde, nunca le había prestado la atención debida y la verdad es que no sabia nada de ella.
Y otra vez la voz ¡te va a dejar!...tal vez. ¡pero no hoy! Respondió.

Ella llegó mas tarde que nunca ese día, y el pensó realmente que no regresaria mas, sufria, y sentía rabia, mucha rabia pues ella lo hacia esperar sin motivo ¡Que mierda se habra creido esta! se abrió la puerta y el sintió un hormigueo por todo el cuerpo, cuando se dio cuenta estaba llorando.

Se amaron como nunca antes lo habian echo, fue algo dulce, sereno, bruto y salvaje; se dio cuenta entonces que la amaba, amaba a esa mujer que vivia con él ya 3 meses y que sin embargo no conocía bien. Descubrió esa noche todo sin palabras, descubrió su cuerpo y descubrió algo que hasta ese momento le había sido negado ¡poder amar!

En la madrugada despertó sudando, los recuerdos presentes y futuros volvian a él; ella dormia tranquila a su lado... habia soñado que estaba en un teatro lleno de gente en el que él actuaba, era el personaje de un hombre fúnebre que hablaba del amor, sin embargo cuando salia a escena nadie lo veía, nadie lo oía, y el escuchaba a la gente gritar y reir sin verlo...sintio nuevamente el hormigueo –pensó en despertarla pero desistió.
Fue una madrugada terrible, llena de sobresaltos y crisis que iban y venian dentro de su cabeza, llena de preguntas sin respuesta, de respuestas sin preguntas, nadando en la oscuridad de su cerebro-¡me dejará! Alcanzo a decir- No pudo menos que mirarla con odio, se pregunto como diablos amaba a alguien que no conocia bien, por quien seria capaz de hacer cualquier cosa.

-Si me deja ¡me mato! Se dijo, pero era tan cobarde...pensó que no tendría la valentia de atentar contra su vida y otra vez el hormigueo esta vez en el estomago, luego la confusión entre lo real y lo irreal ¡Que tan real es este amor! Recordó entonces que una noche siendo niño habia despertado angustiado, sintio una mano de hombre encima, trato de calmarse, sudaba, voltió armado de valor a responder el ataque y ya no habia nada. Fue entonces que habia comenzado a confundir la realidad con la ficción. ¡Fue tan real! Habia pensado.

-Y ahora esto, ¡Se que la quiero pero, ¿Y ella?- trato de pensar en la gorda pero no lo consiguió esta vez. Sudaba y el hormigueo nuevamente, esta vez por todo el cuerpo, su corazón latia cada vez mas rapido y mas fuerte su cerebro saltaba y se tambaleaba en un mar de dudas, sintió que iba a a reventar que le faltaba el aire, se ahogaba , se ahogaba y no podia hacer nada. Finalmente despertó.

La encontró durmiendo, tan tranquila como siempre, hoy no ha salido pensó, era temprano aun, empezó botando los papeles y demas cachivaches que cubrian casi todo el suelo, barrió cada rincón de la casa, ya en la tarde salió a comprar algo que comer, al entrar vio con orgullo como la casa habia cambiado, el sol entraba fuertemente por las ventanas, llenándolo todo con su luz, y ella continuaba alli echada en la cama, decidió no despertarla para comer, se sentia feliz, el hormigueo habia pasado.

Y esa sensación de desamparo y miedo que lo había invadido el día anterior se había marchado. ¡Desde hoy todo será diferente! Se dijo a si mismo y sonrio feliz.

Mientras, el olor que salia del cuarto empezaba a invadir con sus garras toda la casa.

Texto agregado el 12-04-2007, y leído por 244 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
28-04-2007 bien planteada la historia; me gusta cómo tratas el tema del amor y los cuestionamientos que surgen de no saber a ciencia ciera qué se vive cuando se vive el amor; para mí la irrealidad que planteas es una metáfora, porque de alguna manera lo irreal se vuelve legítimo, y con su substancia suplimos muchas cosas que hemos convenido en llamar 'reales' pero que en momentos no lo son tanto, cuando pierden importancia. quilapan
12-04-2007 exelente!!!!! me facinó!!!! tenia muchisimo tiempo que no me entretenia tanto en una lectura!!!!bss slygirl
 
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