Aqui sentado bajo la sombra de la incertidumbre, recuerdo los dias en que con solo escuchar tus pasos reconocia tu olor. Nada mas cierto que lo que ya no existe.
Alguna vez, amada mia, pense en quererte dejar, y nunca pude... sabia que no habia ya mas nada que decir, nada mas por compartir, solo la mala costumbre de no querer sentirnos solos, y aun asi, sabia amor mio que no habia futuro, que algún dia el idílico estado en que nos enfundamos acabaria por perecer ante la inminente fuga de nuestros sentimientos a travez de sus fracturas. Y es que nuestro amor era asi. Como el jarron que al caer se rompe, y que aunque lo vuelvas a unir, nunca queda igual. Y a travez de las nervaduras que dejan las fracturas, se puede todo lo que contiene escapar.
Te ame. Oh! Dios mio cuanto te ame. Te quise con toda el alma, te idolatre, te venere y te desee hasta quemarme y quedar en cenizas. Dime ahora tu: ¿donde estan mis restos? Dime a donde se han ido!!. Dime si los has escondido, para dejarme desnudo, para sentirme frio. ¿Cuan profundo placer sientes al castigarme en tu silencio?
Que absurdo dolor el que me causa tu partida. ¿Como es que la costumbre pudo con nuestras vidas? ¿Desde cuando nos volvimos estatuas, imagenes inertes en el desierto de la sociedad, de nuestra sociedad de a dos?.
Cuanto daria por darte un beso mas, escuchar tu dulce voz decirme una vez mas que me quede. Pero eso ya no es posible.
Soy yo el que se marcha ahora. Soy yo quien no se soporta ni te soporta pero aun asi, aun a pesar de este suicidio, no puedo dejar de pensar en ti. Dulce tortura mia. |