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Inicio / Cuenteros Locales / carlosthem / Cuento de Navidad: El árbol de la sabiduria

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extraído del espíritu del evento que trae la luz y la vida al mundo ...

... El guardabosques iba caminando, comprobando que todo estaba como debía de estar.
El bosque helado, vivía en el silencio, un bosque poco habitado durante aquella época del año.
Los animales que soportaban las bajas temperaturas, miraban al guardabosques, conocian muy bien a aquél hombre que mantenía su medio ambiente, su habitat cada invierno, año tras año.
Algunos de aquellos animales, se acercaban a él sin miedo, comíendo de su mano incluso. El guardabosques era una persona buena y sencilla que amaba la naturaleza.
Se sentía acompañado durante aquel silencio, los animales lo sabían, pero lo que no entendían, era cómo aquél humano, estaba tan sólo en la época de Navidad.
Celebraba ese tiempo cada año en la soledad, ellos eran su única familia, sus únicos amigos.
Él estaba acostumbrado, desde que toda su familia murió a causa de una enfermedad desconocida, su vida se vió vacía.
Quedó sólo, sin hermanos, sin padres, sin nadie más que aquél bosque y el árbol de la sabiduría que habitaba en el mismo.
Aquél árbol, dió al guardabosques la noción de muchas cosas, la esperanza de un vivir sin nadie a su alrededor, el conocimiento y la sabiduría de lo natural.
Todos los árboles eran tratados y cuidados por igual, pero el guardabosques pasaba más tiempo, bajo la sombra de aquél.
Un árbol que incluso para los animales, tenía algo especial, algo que les atraía, que hacía que se cobijaran bajo el mismo, cuando tenían algún problema.
Los visitantes del bosque, desde luego, no reparaban en este árbol, el cuál veían como uno más, pero quién vivía en ese bosque, conocía muy bien lo que aquél árbol podía dar de sí.
Cada copo de nieve que caía del mismo, era un trozo de la vida de las ramas de éste, los animales bebían de aquellos copos de nieve que iban resbalando y terminando al final de su tronco.
Aquella agua helada, era la misma sabia del árbol, que se congelaba y llegaba al suelo, para que todo aquél que la bebiera, viviera la experiencia de su sabiduría.
El guardabosques se acercaba y recogía como aquellos animales, un trocito de nieve, se lo llevaba a la boca y bebía aquél helado de luz y vida, cerraba sus ojos y la sabia congelada, le daba el espíritu que necesitaba cada día para seguir luchando y sobreviviendo a sus recuerdos.
Su soledad, no era tan profunda, cuanta más agua helada bebía, más sabiduría encontraba y más riqueza natural sentía en su propia persona.
El guardabosques tan sólo contaba con aquella sabia, que en la época de primavera, podía verse verde y esperanzadora, pero no podía ser bebida.
Sólo en la época de Navidad, envuelta en la blancura de la nieve, la sabia de aquél árbol era capaz de poderse beber sin peligro, era el regalo que hacía, a todos aquellos que vivían en aquél lugar, cómo si fuera un buen vecino y ofreciera lo mejor que tiene a los demás que convivían alrededor de él.
El árbol cada año, hacía brotar un poco de si mismo, durante los días en los cuales la Navidad era ese evento importante en el mundo, todos los animales y el guardabosques se reunían bajo este, celebrando junto a los frutos que el bosque daba y el agua helada que el árbol dejaba en libertad, momentos especiales, momentos que sólo ellos sabían vivir y aprovechar.
Cuando la Navidad terminaba, el árbol seguía dando cobijo a los muchos animales que el bosque mantenía, al guardabosques que velaba cada época del año ...

Moraleja:

- El árbol de la Sabiduría está cerca de cada uno, sólo hay que buscarlo, nacemos solos y morimos solos, lo único que hay entre una parte y otra de nuestra existencia, es la sabia del árbol al que nos arrimemos.

- Busca un árbol que te de esperanza y logros cada año, que te ayude a comprender y entender que tu eres única-único en el mundo y que sólo la sabia de tu propia naturaleza, dará cobijo a otros que te busquen.

- Inunda con esa sabia, a cada uno tus amigos, a cada persona que te necesite, dales el aliento y la fortaleza de tener una amiga-amigo que les entienda y que les mantenga durante su estancia, como si fueras una parte de su familia.

Escrito por Carlos Them

© Copyright Carlos Them 2006. Todos los Derechos Reservados. All Rights Reserved.

Texto agregado el 09-04-2007, y leído por 632 visitantes. (0 votos)


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