Tal vez fué aquélla flor,diamela veraniega, la
la que trajo su aroma arrancado al recuerdo.
La tarde es un incendio de claveles rosados y en
lontananza brilla un lucero lejano.
Tal vez sobre mi almohada mis lágrimas quemantes,
revivan,la dulzura de esa noche de antaño.
Nochecita violeta,que recubriera el tàlamo,
de extraño sortlegio,de nuevas emociones.
Pudo ser la fragancia de la tierra
mojada,levantando castillos que fueron
derrumbados.
La que trajo a mi puerta,secretos tan guardados.
Fué un tropel de caricias,tu labio con mi
labio,y aquél beso de novia ,flotando entre
susurros,una noche de mayo.
Unidas en mi pecho,palomas
asustadas , mis senos ruborosos
rehuyendo tu abrazo
Tímida gacela,habitando mi traje de
seda perfumada.
Tu abrazo tembloroso,dibujando en mi
piel,
la caricia encendida que me diera tu
amor.
Y esa cancìòn que unidos,bailàramos los dos:"La
noche de mi amor".
Hoy ya separados tu destino y el mío,es
inmenso el abismo
que divide por siempre,
los veranos dorados y el otoño naciente .
Hoy tal vez,dulcemente en ésta tarde fría,
pudiera yo decirte:
te he extrañado tanto!.
Rosa tenue
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