Quiero hablar de lo perdido,
de mi oscuro deseo de hacer el amor,
no solo quitarnos la ropa,
no solo ser uno por un fragmento de tiempo prestado.
Quiero vivir ese deseo que va más allá de lo carnal,
de ese estado de embriaguez del cual nunca se puede escapar,
de la locura que nació en un impulso y murió en el placer.
Morir en lo bello que es el reflejo del fuego de las velas en la piel mojada de sudor,
de como los dedos pueden volver a dibujar cada curva del cuerpo.
Perdernos en el viaje de la imaginación,
solo jugar con las imágenes que esporádicamente construimos.
Quiero actuar como si el mundo fuera el escenario,
solo que seamos actores que parecen vientos contrarios entrelazados.
Desvísteme no solo de mis ropas, quítame todas mis mascaras y ataduras,
vísteme de tu olor, muéstrate desnudo, aun que, vestido en sencillez,
envuélvenos [envolviendonos] entre sabanas de dulzura y cariños.
Déjame confiar lo suficiente para cerrar mis ojos
y deléitame de una manera que me impida abrirlos mientras permaneces dentro de mi.
Déjame recostar la cabeza en la almohada de pasiones.
Disfrútame en silencios y melodías de placer,
deja el tiempo atrás y vive cada segundo del momento,
como si fuera el ultimo, pero a la vez, eterno.
Haz que se nos despeguen los espíritus de los huesos,
convirtiéndonos en lo abstracto, en lo intocable, en lo imposible.
Convirtiéndonos en amor.