Cold Lahen Soier descubrió, al cruzar el puente olímpico de Ciudad Condal, varios señores horribles que se reunían ahí debajo con intenciones igualmente deformes. Días después encontró bajo su cama una lámpara de mercurio.
Cold Lahen Soier, terriblemente espantado por el hallazgo, inventó la forma de ocultar ante sus padres el profundo respeto que sentía hacia los dictados del señor Hannuka, quien aseguró descubrir el modo de combatir el frío ante posibles amenazas alienígenas, profecías formuladas por el investigador privado "Zuhn Johan Less", teorías que se harían efectivas el primer martes de cada mes.
Obviamente sus padres, a quienes Cold Lohan Soier, el niño que encontró la lámpara de mercurio bajo su cama días después de la terrible experiencia sexual bajo el puente, intuyeron su ferviente admiración por el señor Hannuka. Así que decidieron invitarle a cenar en casa.
La conversación en torno de la mesa se dirigía constantemente a la falta de originalidad del pequeño Cold a la hora de escribir cuentos para sordos, el señor Hannuka se mostró conforme en todo momento.
Cuando Cold , que no se atrevió a sentarse en la mesa por temor a su ídolo, descubridor del método anti-frio en las frecuentes invasiones alienígenas aquel mes, se encerró en su habitación y escapó muy, muy lejos de allí.

Cuando las esperanzas por encontrarle con vida eran muy muy diminutas, el padre de Cold decidió escribir una novela (porno)gráfica sobre todo lo sucedido. Por supuesto Cold no fue encontrado, ni si quiera debajo del puente olímpico, puesto que de la existencia de ese posible paradero nadie tenía constancia.

Hannuka, ahora terriblemente afectado por el cese de su patente, cavó una fosa muy lejos de la urbanización y se enterró a sí mismo.