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Oh, Padre Nuestro, dueño de todo el cielo y el firmamento, en las estrellas veo tus brillantes ojos, y en la luna la pura belleza de tu alma. A través del viento, por entre el susurro de los árboles de un lejano bosque, logro escuchar tu dulce voz, el cual me guía y me aconseja, me enseña y me corrige, todo para llegar a ser un ser completo y puro, un ser correcto y bien formado, tal como Usted desea que todos seamos. Seres con sentimientos de bondad y convivencia, que ayudemos a nuestros semejantes y al más débil de entre nosotros, de apoyarlo en sus ideas, y de ayudarlo en sus problemas.
En la lluvia me pregunto, mi Querido Padre, ¿por qué derramas tan bellas y frías lágrimas? ¿Acaso cometí algún error en mi misión? ¿O es qué hice algo que no te agradó? Un defecto tenemos todos nosotros, Mi Señor, que no somos tan perfectos como Vos. Comentemos un sin fin de errores, llegando algunos al más oscuro de los pecados, implorando Tu perdón, y en ocasiones, Tu comprensión. No sabemos como actuar exactamente, Señor, e imagínate si no estuvieras Vos entre nosotros, que nos guías por un camino de luz infinito.
En el sol veo Tu alegría, lo radiante de la felicidad en la vida que nos has dado, y la importancia de nuestra misión desconocida que nos has impuesto a todos los seres.
En el mar veo Tu fuerza y la profundidad de Tu alma, notando que mientras más profundo sea, más maravillas se encuentran.
En la naturaleza yo te siento, te observo, te escuchó, y me dejo guiar. Sólo tengo un deseo en mi interior, el que nunca te separes de nosotros, y siempre nos guíes por tu camino de paz y luz.
By Amiu |