COLECCIÓN DE CUENTOS DIDACTICOS
Por: Afroditadelmar.
Nueve planetas, el Sol y la Luna, como invitados especiales, disfrutan de un festín. El sitio de encuentro, la Gran Mansión del Sistema Solar situada en el Universo, en la ruta de la Vía Láctea. Sol, que sigue siendo el rey, se ha ubicado en el centro y los demás a su alrededor.
Todos están coronados de estrellas y elegantemente vestidos para la ocasión. Los colores de sus trajes de fantasía son la atracción de la fiesta. Sol viste de amarillo encendido que resplandece con la luz radiante. Mercurio, de café sereno. Venus, de verde gris. Luna, de velos blancos. Marte, de rojo carmesí. Júpiter, de escarlata degradado en blanco. Saturno, de crema innata. Urano y Neptuno, de azul pastel. Plutón, de blanco hielo. Pero la reina de este banquete es Tierra de piel morena por su elegancia tan especial; luce un vestido azul ultramarino combinado con verde oliva, adornado con peces de lentejuelas, cascadas de velos claros, aretes de guacamayas, tulcanes, colibríes y otras aves más; collares de piedras preciosas, metales puros y en aliaciones; accesorios de frutas frescas, flores bien matizadas y animales de toda especie.
Los más amigos son Tierra, Sol y Luna. Como se quieren tanto, aprovechan para expresarse piropos con las más lindas rimas.
Desde su trono de astro rey, Sol le coquetea a Luna Llena:
- ¡Oh! Mi Lunita hermosa
Que alumbra la noche oscura
Cuida a los enamorados
Con esa luz de dulzura
Luna alucinada le contesta:
- Mi querido sol radiante
Dale un poquito de amor
A esta fría lunita
Que necesita calor.
Sol hechizado le explica a Tierra Tropical:
-Querida Tierra Morena
Que viste de mil colores
Si tus hombres no te cuidan
Yo te regalo todos mis dones
Tierra de mil colores le contesta a Sol brillante:
- ¡Oh! mi querido sol
Tus rayos son alimento
Dáselo a mis habitantes
Para que vivan contentos
Lunita consentida se expresa de esta manera:
- Tierra linda y querida
Siempre vivo a tu lado
Como un satélite natural
Siempre te he acompañado.
Como en las danzas son expertos, se inventaron un baile con ritmos de rock-tación y mezcla de trans-lación. Parecen trompos sereques y rotan en un eje, dan vueltas con movimientos circulares que se alargan en forma elíptica según la distancia en que se encuentren de su pareja. Están tan diestros en cuestión de bailes que rara vez se salen de su órbita.
Para animar esta fiesta han adornado el escenario con millones de estrellas que alumbran el infinito; esparcido gases interplanetarios, polvos cósmicos, materia en ebullición; agujeros negros, cuásares, púlsares, asteroides y cometas que deambulan por todas partes. El ambiente es mágico, de enorme colorido, con luces de bengala, música espacial que acompaña la danza celeste del recinto galáctico.
Ahora tierra sol y luna se han puesto a charlar de sus asuntos privados.
- Como le parece mi querida Tierra que algún loco de allá, está intentando explotar energía nuclear -Dice Sol pensativo.
- Pues sí mi estimado sol, eso si es verdad, que estos hijitos míos están tratando de ocultar, algo tan peligroso que me puede acabar. Expresa tierra muy preocupada.
- ¡Qué problema tan grave! - exclama Sol muy acalorado-, cómo se les puede ocurrir a esos desubicados, imaginar tal cosa ya es un problema mayor.
- Pues eso se han inventado estos angelitos míos, a veces son muy traviesos y me ponen en peligro. Pero no te preocupes que esos son unos pocos que les falta razonar, la mayoría me quiere y no permitirán que dañen mi sistema ambiental y que envejezca tan rápido, porque siempre, estos hombres sensatos, me cuidarán.
- Perdona que me meta en tus asuntos internos, pero he sabido que tus muñecos quieren venir a mis aposentos. Colocar estaciones en mí y quien sabe que más cuentos. Dice Luna como intrigada.
- Eso no te lo puedo ocultar, luna de mi corazón, hay muchos de mis terrícolas que se creen dueños de ti, y están vendiendo tus predios para irse a vivir allí. Dice Tierra señalándole su abdomen.
- Bueno, pero no más tristezas ni recuerdos afligidos que aquí estamos pa` gozar. Sigamos disfrutando los tres, que un día de estos arreglamos este universo infinito. Ven sigamos esta parranda que muy sabrosa que si está. Expresa Sol muy alegre e invita a estas dos muchachas para que sigan la juerga.
Tan entretenidos seguían disfrutando del festín que no se dieron cuenta que entre danza y danza, conversación bien fluida, los tres se pusieron en línea, se miraron cara a cara y quedaron eclipsados.
¡Oye! pero no te vayas porque este cuento aún no ha terminado. Espera la próxima entrega y sabrás más de este festín que lleva días, meses, años y muchos siglos sin
fin.
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