Este vivir de una ilusión
que no sirve de nada
Este andar sin rumbo fijo
este correr y no querer
llegar
Esta poesía que no me inspira
esos labios que no me miran
guardandose para otros brazos.
Esta piedra en el camino
que tengo que saltar, este impedimento
esta desilusión generalizada.
Este hacerse todo y nada en un momento
ese flotar con el humo
y derrepente caer en el mundo.
Este tren a ningún sitio
en el rail del futuro
Estas botas que pesan
y no dejan
seguir andando
mientras la dura consciencia
hace irrumpir en mi cabeza
el tronar de trompetas de soledad,
se canaliza en mi garganta
y hacen gritar, al mundo:
¡No soy nada!
y volver a pensar
que el camino es distinto
cuando siempre es el mismo.