MI SIMA
Cuando terminé de hacer la escalera, fui yo el primero en subir, ellos me miraban con poca confianza, en sus ojos el temor avanzaba con cada paso que daba, cuando subí a la cima, me di cuenta que faltaban construir muchas escaleras más, ahh ¡y con lo que me costó construir ésta!… recuerdo el palo verde, fue uno de los primeros, aprendí mucho con él, como con todos los otros que vinieron después…debo ser realista, que muchos de los escalones no iban a poder clavarse sin la ayuda de ellos…
-¡cómo se ve todo desde allá!
- Les juro que es hermoso, desde aquí si que se ve a todos por igual, es paradójica la vida del soñador, más subís y más te acercas a los sueños de los demás…
-¡He amigo, bajá que queremos subir todos!
-bue ¡noooo!, cuando caía miraba, como todos ellos se juntaron para frenar mi impacto sobre la tierra, utilizaron sus cuerpo y amortiguaron el golpe que me hubiese dado al caer. Estaba feliz, ellos subieron de a uno y crearon un espacio para todos, y yo, no quise ser indiferente a tamaña acción brindada por mis semejantes. Una vez que estábamos allá arriba me sentí realizado, en parte, un pedazo de mi sueño se transformó en realidad y mediante él, otro sueños partieron desde allí. Ellos desde la altura empezaron a ver diferente y todos tuvieron sueños diferentes, algunos se llevaron a cabo en forma individual por su autor, otros con el solo rocé de otro semejante, y algunos más complejo tuvieron que recibir ayuda de varios individuos más. Llegó un momento que todo se volvió un poco monótono, fue entonces cuando conseguí una nueva madera para construir otra escalera que nos llevaría más alto, esta madera, parecía ser muchísima mejor y más segura, pero como yo había sido el de la idea, los puse a trabajar a todos y desaté el conflicto, se enojaron y se alejaron de mí, intenté ser un jefe, un líder y me dieron la espalda, y lo peor, es que hoy los miro y están más alto que yo. De allí que en mi afán de construir una escalera mejor me empeñé con todo el rigor del mundo. Utilicé mi codicia, mi ambición, mi alma competitiva despertada por mi resentimiento hacia ellos, y es así que volví a construir otra vez una escalera más grande, escalón por escalón caminaba gozándolos, hasta que llegué a los dos últimos escalones, y cuando iba a tocar la nueva cima, se rajaron las maderas viejas, mojadas, mal clavadas y los clavos herrumbrados se transformaron en partículas de tiempo… Caí ligeramente, no sentí nada más que el golpe… perdí los sentidos, me sentí vacío… Ironía de la vida, soy el árbol sin tierra, las mujeres sin rosas, los niños sin infancia y el hombre sin sueños. Me di cuenta que ustedes son todo, tiempo fragmentado de mi vida dividido en afectos, tiempo inconciente derramado al servicio. Pensar ¿qué serían de mis hechos sin ellos?, ¿qué sería de mi acción si no estarían sus cuerpos para ser impactados? Desde la cima de mis sueños, hasta la sima de mi ambición… con voz tierna y dulce, los volví a escuchar…una vez más en la vida, los volví escuchar…
- ¡Papá, papá! ¿telé tual conmigo?
- Mi amor, ¿necesitás que te acompañe?
- Hijo… cuidate…
- ¿papá? (le dije)
- Hijo... tomá, rompé la utopía con ésto…
Entonces tomé la madera y escribí, los clavos se introdujeron en la hoja, escalones de párrafos me guiaron hacia la cima. Mi obra, es mi corazón, mi experiencia, mi sueño, mi espíritu, mis sentimientos, mi verdad, mi presente, mi emoción ante un suceso de la humanidad vivida ya hace tiempo atrás, o viviéndola en el presente, mi emoción es una especulación del futuro. Mi obra es mi catarsis, mi razón de ser, pero también es verdad de qué sería mi obra sino la leyeras vos…
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